Mandela esto es un editorial

En el Día Internacional de Mandela, que coincide con el cumpleaños del sudafricano Nelson Mandela, coganador del Premio Nobel de la Paz, por su lucha contra la segregación racial, se le rindieron varios homenajes. Muchas personas, incluso niños, se reunieron afuera del hospital de Pretoria, donde se encuentra hospitalizado hace más de un mes, luchando con una infección pulmonar recurrente, para expresarle de distintas maneras su admiración, gratitud y aprecio. En todo el mundo hubo conciertos y conferencias, la Torre Eiffel lució los colores de la bandera sudafricana y la Asamblea General de las Naciones Unidas realizó una reunión especial dedicada a él, a la que asistió un ex compañero de celda.

Este hombre que pasó 27 años en la cárcel por defender los derechos humanos de la población negra en su país y que salió de ella sin pronunciar una palabra de resentimiento o rencor, dispuesto a dialogar con los blancos y conseguir un país igualitario, recibió también un homenaje muy especial, que consistió en realizar acciones sociales durante 67 minutos, tantos como años de vida política tuvo. Mandela es un hombre excepcional, que bien merece un reconocimiento diferente: una acción a favor de quienes lo necesitan, tal como él lo ha hecho durante toda su vida.