Tras mi cráneo contemplativo
puedo verte brillar en el árbol,
imantada de centellas.
Tras mi espalda,
en la ruta de ignorancia
convertirte en manzana verde.
Bajo los dorados escudos de la suerte.
intento girar sobre la tierra y
lentamente verte madura y carnal,
como un capullo de flores rosas amantes.
Con asombro el árbol parte su mitad
en la mordida de tu diente y
las nereidas de los bosques
suavizan la caída del madero al rio..
Ansiedad de mordedura
me provoca tu pulpa en estación
Desde la fragancia en tu pelo
hasta los frutos sólidos cultivados en tu cuerpo-.
Me perpleja tu crecimiento de extensa cordillera
cuando veo la nieve a la altura de tu frente y
de la garganta de la tierra subo
midiendo tu imagen colosal.
Tu eres el nutriente pan de mi dieta,
copa de agua en mis labios,
brisa que sopla
el girar plástico del cuello,
y tras mi nuca
te adivino resplandeciendo como un sol
de afiladas aristas.
que copula con nueve lunas
y plasma fecundos gérmenes
sobre tu planicie de vientre-
Veo tu natural cara cosmética alisada.
De tu frente al mentón,
tus pestañas arqueadas
con la magia de un beso y
saboreo tus venas de sangre
como un diurno vampiro.
Detengo los caminos de la vida
en el marco de nuestro trigo sediento,.
y contemplo tus labios de cerezo nevado