Vos y yo,
la ecuación resuelta del amor.
Con un eclipse de luna recostado en los ojos,
sumergidos en el cielo socavado
que reconoce nuestros rostros.
Nos chocamos con los dientes de la bruma
y luego del vértigo en consecuencia
salimos con certeza de amantes
entre los escombros de las ruinas.
La boca desierta de palabras y
el viento cómplice de nuestros gestos
rodaba el aire en los dedos
con el ímpetu de nacientes cerezos.
Vos con tu vientre de avena en flor
donde con mueca de tulipanes sonríe el sol.
Yo entrando en lo compacto de tus caderas,
rugido y tronar de sonora catarata.
Vos y yo en una ardiente rumba
derritiendo el hielo en las cordilleras,
en la melodía de un tango que no llora
la antigua noche de farolas
Los sentidos encastrados
en un combate multiplicado de rayos.
Vos y yo atesorando años
en los pliegues de las manos,
en las uñas resquebrajadas
por los poderes del tiempo,
las columnas de pieles
precipitadas en gravedad.
Vos y yo
apremiamos el fuego de la estrella
y que los astros oculten sus razones,
en el vasto trinar de aves bellas
entramos en temblor
abrazándonos los corazones.
Gravitando el círculo grande
bajo la luna propicia de los amantes.
Vos y yo,
un sentimiento de flor y estambre
tallado en la plata del alambre.
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