Hablar de Madrid es hablar de La Capital. A todos nos viene a la mente la gran ciudad, moderna y cosmopolita que rebosa energía y vitalidad por sus cuatro costados. Las calles de Madrid ofrecen multitud de atractivos para sus visitantes y cuenta con una amplia oferta gastronómica, cultural y de ocio.
Sin embargo, la Comunidad de Madrid no termina donde termina la ciudad. La Comunidad ofrece otros muchos encantos que en la capital nunca podremos encontrar. Si visitamos las afueras encontraremos parajes naturales dignos de la mejor guía de viajes.
Existe otra forma de descubrir Madrid. Una forma más pausada, que huye del bullicio de la ciudad y busca la tranquilidad y la calma. Para estos casos, una casa rural en Madrid es una buena forma de empezar nuestro recorrido para conocer la parte más natural de la Comunidad.
Una visita obligada es el monasterio de El Escorial. Construido por Felipe II y declarado Bien de Interés Cultural, representa el poder que en su día consiguió la Casa de Austria. Además de su singular y sobria arquitectura, tienen especial relevancia la basílica, el Palacio de los Austrias y el de los Borbones, la biblioteca. Destaca también los Panteones Reales, y desde sus patios se obtienen unas magníficas vistas del pueblo y de toda la naturaleza que lo rodea.
Otro paraje natural que no nos podemos perder es la Sierra Norte. La naturaleza cobra especial importancia en este lugar, uno de los más bellos de toda la Comunidad. Los grandes pantanos y lagos, y la variedad natural haces de la Sierra Norte todo un paraíso.
En la Sierra encontramos 42 pequeños municipios que combinan la modernidad con la tradición de antaño. Además cuentan con un importante patrimonio cultural y también gastronómico único que a menudo pasa desapercibido.
La Comunidad de Madrid es mucho más que la gran ciudad y vale la pena conocerla a fondo. Si queremos huir del sosiego de la ciudad, viajar a sus alrededores es otra forma de conocer la Comunidad y descubrir otro Madrid.