Tu silueta es envidia de venus.
Tu piel de tersura y lustre
pellizca el saboreo del ansia y
el apetito por llevarte a mi boca.
Con sonido crujiente, tu vitraux de colores
resalta tus frondosos pómulos,
En la paleta acuarela, del verde índigo al rojo carmesí.
Exhalas suspiros en fragancias de odres.
Aun inmóvil eres revoltosa.
Con asa erecta a compartir manos y
un fecundo vientre de ovales semillas.
Heredera de natura te consagro.
Carne de brillo firme y genuino.
No resisto la tentación a tu roce.
Ni la caricia al terciopelo que te viste.
Mas perdería al instante la maravilla de contemplarte.
Redonda y aplanada,
emulas al mundo con sus polos.
En tu actitud de entrega, sudan tus poros
savias de jugo y frescos aromas.
En el estanque de los frutos:
Tú eres reina.
Reina corazón de Pomona.