Quién dijo hasta aquí
el límite de la palabra,
hasta aquí la leña y
la brasa.
El laburo y el ocio,
la frontera de la sed
y el agua.
Quién acotó los lotes
del alma,
las venas del corazón
que laten enamoradas,
las rodillas en que se sienta
mi amada.
Quién planeó la fuga
del cobre que sangra,
la estatura del hombre
que se angustia
en la minucia,
la mirada de la mujer
que no claudica.
su esperanza/
Que peltudo dijo…
Acá está la raya del sueño/
A mí me importa un cuerno
lo que alguien dijo y
si es el primer ministro
o mi vecino
que se coma las uñas
el mal nacido.
Que no sabe
de mapas sin alambres
ni del amor de la sangre/
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