Para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) españolas la crisis económica se está haciendo muy cuesta arriba. Pero en ocasiones vemos a algunas de ellas que, más allá de resistir, buscan nuevas oportunidades de negocio para sortear las dificultades y seguir creciendo.
En el curso de directivos y el curso de comercio internacional queremos presentaros el caso práctico de Zincla, una Pyme catalana que se dedica al sector del reciclaje de residuos, y que en la internacionalización ha encontrado su tabla de salvación.
El factor diferenciador de Zincla es que busca la innovación con productos reciclados y asesora a empresas e instituciones para aprovechar los materiales que de otro modo hubiesen desechado por no tener valor, y que con su ayuda obtienen utilidad y llegan incluso a ganar premios de diseño.
Hace ya nueve años que los emprendedores Alfredo Balmaceda y Verónica Kuchinow crearon esta empresa, en principio con la idea de montar un almacén grande de productos reciclados. "Pero vimos que por ese camino no nos ganaríamos la vida", reconocen.
Fue entonces cuando se les ocurrió cambiar el rumbo de su proyecto y enfocarlo a la creación de productos con su propia marca. "Con el tiempo vimos que en realidad lo que hacíamos era innovar a partir de un residuo", explican.
A partir de ahí buscaron sectores y comenzaron por el de la construcción, uno de los más relacionados con el impacto medioambiental. Y se pusieron a buscar y experimentar con nuevos materiales, ya que el cristal, el papel y el metal estaban demasiado vistos. Todo ello en busca de aportar su propio valor añadido.
Pero Zincla atravesó un mal momento en 2011, tras perder a sus clientes más importantes, sobre todo ayuntamientos y otras instituciones públicas, que no podían mantener los servicios contratados debido a los recortes por la crisis.
La remontada comenzó en 2012, cuando la empresa decidió abrirse a las empresas que necesitaban una buena gestión de residuos, pero sobre todo cuando apostó por vender sus servicios en el extranjero.
Entre sus productos de mayor éxito podemos encontrar un separador de carriles bici, hecho con residuos de cable eléctrico compuesto por PVC, polietileno y cauchos sintéticos. Actualmente este invento de Zincla está presente en las grandes ciudades de España y lo han exportado a Reino Unido y Francia.
El catálogo actual está compuesto por unos 45 productos reciclados, todos hechos en España pero que cada vez se exportan a más países, incluso fuera de Europa como en Estados Unidos, Chile y Nueva Zelanda.
Las expectativas para este año son muy buenas y casi todo se lo debe a la internacionalización. Desde el curso de comercio internacional y el curso de directivos esperamos que hayáis disfrutado con este caso de éxito.