Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, especialistas en artes y ciencias del actor, dictaron en el Teatro Escuela Central, una conferencia, tema:-Identidad y actuación-, de la misma a continuación conceptos.
Federico Herrero, comienza la conferencia con una breve definición de la identidad o individualidad.
La identidad o individualidad es una constitución social que cambia, por la cual el sujeto se reconoce a sí mismo como único y diferente de sus semejantes, a partir de información cuantitativa y cualitativa, que le permite a otros reconocerlo, por los rasgos diferenciadores.
Nicolás Francisco Herrero, al concepto citado le suma: se construye con las experiencias de vida, con las ideas de cómo se es y cómo se es visto, creada y mantenida en la interacción en un contexto y en un tiempo determinados y cambiantes.
La sociedad de la información, multiplica las posibilidades de ser.
La auto conciencia es la capacidad de verse y pensarse a uno mismo como sujeto entre otros sujetos, es el sentimiento de continuidad biográfica, en el tiempo y el espacio.
Las auto narraciones son parte de la biografía consciente.
Se accede a la realidad a través de las versiones construidas sobre el mundo y sobre si, y validadas por los demás.
El cuerpo es el mismo y a la vez diferente.
La auto imagen surge al verse en el espejo, se trata de ofrecer una imagen reconocible, satisfactoria.
La coherencia de la identidad personal permite habituar la interacción.
El individuo responde a la presencia real o implícita de los otros, quienes obligan al control corporal y a mantenerse reconocible, recuerdan quién se es y lo que se hace, refuerzan la auto conciencia y la memoria.
El desarrollo de la cultura produce los atributos necesarios para crear la identidad colectiva.
Cuando trabaja el humano transforma al mundo, y éste le devuelve una imagen de si mismo, si se reconoce en su obra y la imagen es positiva, desarrolla su auto estima y su identidad.
La identidad es una necesidad de arraigo y pertenencia, participación, que se expresa en la actuación humana a la que le da sentido y continuidad.
Personaje es cada uno de los seres humanos o simbólicos de una obra literaria, teatral o de cine; es elaborado mediante el lenguaje, es estático, y se reduce a un conjunto de características o a una función necesaria para la acción, el objeto percibido es ya lenguaje. Lo real está fuera de alcance.
El personaje puede construirse desde lo corporal o desde lo psicológico, el actor debe vivir en escena pensando, sintiendo y actuando según las características del personaje.
El actor habla para expresar una situación, pero en teatro destaca lo motriz, lo psicológico del personaje se proyecta en las acciones físicas.
La composición física de los personajes se basa en la postura, el ritmo corporal y la voz.
Se explora con libertad lúdica las combinaciones y se precisa si el personaje es rápido o lento; si es pesado o ligero; si es directo o indirecto.
Se improvisa timbres de voz, tonos, volúmenes, formas de hablar.
La composición física puede ser realista, exagerada, negada, sugerida.
Desarrollo de la identidad en el teatro
El arte de la actuación hace visible las diferentes perspectivas de quien narra la historia.
El arte del actor, abre espacios para construir otras versiones, proceso que les permite comprender mejor su contexto.
Gracias al actor en una estructura dramática, el ser humano comprende su pasado, le dan sentido a su presente y ven su futuro de una manera dinámica y cambiante.
El pasado contribuye a definir los significados de los acontecimientos presentes; éstos a su vez, definen el pasado, el futuro empieza a ser escrito en el pasado.
La reconstrucción de un personaje exige desarrollar habilidades para entender el entorno y su impacto en los personajes.
Las artes dramáticas sociales permiten construir una ética y una estética de respeto al género, a la orientación sexual, a la posición política y el ser solidario.
Se genera auto estima, reflexión, seguridad para opinar.
Las artes dramáticas sociales se proponen desde las necesidades y los intereses de la comunidad que escenifica su historia en un proceso colectivo.
La obra genera preguntas y les reafirma a los/as actuantes en su ser, reflexionan frente al colectivo.
A través de los personajes teatrales se proyectan las vidas personales en una forma inocua.
Reconocerse en los personajes ayuda a desarrollar la empatía que minimiza la violencia al comprenderse, respetarse y a apoyarse unos a otros.
No se descalifica la cosmovisión del otro.
El arte permite construir la conciencia de la dignidad humana, sujetos de derechos sociales y culturales. El teatro da reconocimiento, hurga en nuestros temores, angustias y conflictos, transformándolos y mostrándolos a través de los personajes.
Crear con sinceridad, mostrando los sentimientos y emociones hace que la creación tenga significado y contenido personal.