Los españoles, al igual que otros muchos ciudadanos europeos, estamos acostumbrados a una cultura en la que existe bastante margen de libertad y no hablo solo de la libertad de expresión, que ya es bastante, sino también de aquella facultad que tiene el paisano de obrar de una forma u otra según le convenga y quiera. En definitiva, el Gobierno de España es bastante permisivo en el sentido de que si un hombre y una mujer contraen matrimonio lo hacen porque ambos están de acuerdo y los dos lo han decidido así. Cuando hay una separación, ocurre exactamente lo mismo.
Si hay algo que tienen de bueno los viajes a la India es precisamente el entendimiento, la comprensión y ante todo la visualización de una cultura que es radicalmente opuesta a la que en España se sigue. Ver que existen países en los que aún a día de hoy, con lo avanzada que está la sociedad, sigue vigente la idea de que tengas que casarte con quienes tus padres te eligen y tener que vivir bajo su mismo techo hasta que la muerte los separe, sin divorcio alguno es algo que llama la atención a la vez que sirve para valorar más si cabe otras culturas tan dispares como maravillosas. En la India, no es que no puedas divorciarte, sí que puedes, pero no es que esté bien visto que digamos y con respecto a la elección de los contrayentes, es frecuente que sean los padres quienes los escogen, aunque es cierto que en ocasiones los novios los seleccionan ellos mismos.
Vamos, que permiten cierta libertad, aunque lo más habitual es que se rijan por la tradición. Los circuitos a India te enseñarán a apreciar la belleza de su cultura, tradición y de unas costumbres que aunque para nosotros puedan quedarnos muy lejos, sirve para abrir camino a una sabiduría sin precedentes.