Llevo dándole vueltas a la cabeza varios días para pensar bien el sitio en el que quiero pasar mis vacaciones este año. Tengo la costumbre (mala o buena, no lo sé) de coger parte de las que me corresponden en febrero, así que ya debo darme un poco de prisa. Soy peninsular, estoy acostumbrado ya al frío, pero teniendo en cuenta los últimos días de constantes lluvias y nieve la verdad es que se me están quitando las ganas de quedarme por aquí. Buscando en Internet posibles alternativas, me vino la luz y pensé: ¡ala!, ¿y por qué no hacer turismo rural en Tenerife? Y aquí me tienen, mirando como un loco.
De momento, puedo decir que ya tengo solucionado parte de mi viaje. Ya he conseguido el billete de avión y he estado ojeando posibles rutas de senderos que puedo hacer. Al parecer, cada municipio cuenta con su oficina de Turismo y allí puedo solicitar los mapas y guías para recorrer la isla de cabo a rabo. Lo de la estancia es algo más complicado, pues quisiera alojarme en casas rurales en Tenerife, pero no quiero cualquier casa, quiero una acogedora, que esté en medio de la nada para yo sentirme libre y donde pueda estar en la más absoluta tranquilidad.
También tengo miradas otras actividades que me gustaría hacer para ponerle un poco de tensión y adrenalina a mi viaje, de modo que he pensado que podría probar con puenting. Y claro está, la visita al Teide no me la quita nadie; ni tampoco disfrutar de sus grandes parques temáticos: Siam Park y Loro Parque. Ya sé que son muchas cosas las que quiero hacer, pero tengo diez días más o menos que quiero aprovechar al máximo. Vamos, que serán unas vacaciones tan excitantes como relajantes. ¿Qué más puedo pedir? ¡Ah! Si alguien quiere recomendar casas rurales en Tenerife, yo encantado de recibir ofertas.