Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, especialistas en artes y ciencias del actor, en el libro : -Teatro social-, en el capítulo uno, se refieren a los orígenes del teatro.
Federico Herrero y un concepto clave, sin lugar a dudas primero aparece el espacio y luego el arte dramático.
Espacio que las distintas comunidades utilizaban para distintos fines, con el tiempo hasta la actualidad se denomina teatro, destinado a múltiples actividades entre ellas el arte dramático.
Federico Herrero y otro concepto clave: el uso popular de la palabra Teatro lo identifica profundamente con el arte dramático,hasta tal punto que se convierten en sinónimos.
El arte dramático , en su más amplio sentido, es tan antiguo como el hombre. Porque el hombre es por naturaleza un ser mimético, un ser que finge e imita.
Lo hace por utilidad material algunas veces, y por puro placer las más de ellas. Cuando el niño juega, está haciendo teatro. Cuando el adulto se disfraza y danza en fiestas o en rituales, está haciendo teatro. El hombre inventa el disfraz y la mímica para una ceremonia mágica; luego, descubre la danza, el canto y el poema para sus plegarias religiosas. La liturgia lo conduce en seguida a establecer el diálogo, la acción y el decorado. El teatro queda inventado así, con casi todos sus medios de expresión.
Todas las ceremonias religiosas son representaciones dramáticas. Si observamos los bailes de las sociedades primitivas, si nos detenemos a considerar el enfático mundo de las mitologías o el espectáculo de las ceremonias religiosas.
En la actualidad todavía se puede ver en distintas comunidades en desarrollo, expresiones como las citadas y en sociedades de importante evolución podemos encontrar ceremonias con raíces en las originales.
El fenómeno dramático precede, en todas las culturas, al fenómeno literario o al de las artes plásticas, porque el hombre, para satisfacer su afán de creación y de imitación, utiliza antes que nada el material disponible más próximo: el de sí mismo, el de su cuerpo.
Pero el arte dramático, antes que ejercicio lúdico y complacencia del espíritu, fue necesidad práctica. Los habitantes. de las cavernas paleolíticas y neolíticas, artistas mágicos, cazadores por imperiosas exigencias vitales, ofrecían como cebo a las pretendidas presas la imagen dinámica de una imitación que las atrajese.
Al nacer el arte dramático, nace también el teatro como espacio, el escenario en que se celebra la representación. Ese lugar fue, primero, la fogata en la boca de la cueva, con su fondo de espesa selva o de rocas erguidas; luego, los soleados pedregales helénicos, los macizos templos dóricos, los umbrosos pórticos medievales. En Grecia se blanqueaban con cal paredes y se ornamentaba el suelo.
Interviene la luz; para unir o separar a los actores y a los espectadores. Cuando es luz natural, une; cuando es artificial, a veces blanca, a veces de colores, trata de aislar al público en la penumbra o poner en evidencia a los actores.