La tecnología ha ido avanzando en todos los sentidos habidos y por haber. Ahora, lo digital prima sobre cualquier otra cosa puesto que, además de resultar bastante cómodo a muchos sectores, para otros es sinónimo de rapidez, calidad y éxito. Mi familia tiene una empresa de decoletaje que se dedica a fabricar piezas de revolución. Desde sus inicios, allá por el año 1974, han contado con la maquinaria necesaria que les exigía el negocio. Como imagino que sucederá con todas las empresas que haya en el mercado, en los nuestros talleres siempre ha primado la calidad. Para nosotros, ofrecer productos a industrias que nos tengan en cuenta para futuras ocasiones es muy importante, ya que eso quiere decir que estamos haciendo bien nuestro trabajo.
Para ello, siempre nos hemos ido adaptando a los nuevos tiempos, a maquinarias cada vez más desarrolladas, a épocas donde la tecnología cada vez permite que nuestros trabajos sean más precisos, más profesionales. Así, desde los tornos de CnC que empezaron a utilizar mis tíos, mi padre y mi abuelo en los 80 hasta la maquinaria actual más moderna, hemos pasado por utilizar instrumentos con los que nuestras piezas de revolución salen a la calle perfectamente fabricadas.
Pero además de precisión, estas nuevas máquinas que podemos tener hoy gracias a los estupendos avances tecnológicos nos permiten ganar tiempo. La gran mayoría trabaja mediante sistemas de mecanización, de tal forma que esto nos permite hacer el trabajo mucho más rápido. De ahí que los plazos de entrega que le estimamos a nuestros clientes se cumplan a la perfección, y a veces incluso se adelanten.
Por todo esto, hoy me gustaría animar a todos aquellos que tengan negocios a utilizar los recursos que la nueva era tecnológica ha puesto a nuestra disposición. Sin duda alguna, será garantía de calidad, profesionalidad y éxito.