Lo trágico de la vida es vivir sin saber para qué: para qué nací, para qué se me dió el "aliento de vida", para qué fui creado. Nuestra mayor frustación es esta pregunta: para qué fuí creado? y así andamos por la vida; experimentamos en todo, buscando la respuesta al propósito de nuestra vida.
La vida es muy corta para experimentar. La vida sin propósito es una tragedia, es tiempo perdido. El tiempo no hace acepción de personas. Dios creó el tiempo y nos puso ahí. Dios no vive en el tiempo. Tiempo es una interrupción en la eternidad. Eternidad es tiempo sin medida.
Dios nos sacó de la eternidad y nos puso en un tiempo. "Y dijo Dios que era bueno".
Gracias a Dios porque cada día , semana, mes, año, estaciones, tiene principio y fin.
Para qué Dios me dió el tiempo? Para que todo lo malo no dure para siempre. Para que mi corazón quebrantado, herido, no dure así para siempre. Yo nací para hacer algo en el tiempo.
Dios nos va a volver a la eternidad, pero mientras nos puso en un tiempo, con un propósito, debemos aprovechar ese tiempo. Me creó única y con un propósito. Debo buscarlo. Debo descubrirlo. Nadie puede hacerlo por mí. Entre el nacer y el morir, hay un propósito. Pero aún los años perdidos, Dios los puede usar como preparación para el propósito que hoy tengo que cumplir.
Dios dice que EL PRECIO POR MIS PECADOS
Y POR MI TIEMPO PERDIDO ESTÁ PAGADO EN JESÚS.