Sé que están, puedo ver lo que les dá origen, pero no los siento. Son como tímidos fantasmas: percibo que están ahí, pero no se hacen presentes. Algo no los deja llegar a mi, se interpone, los obstruye, los ahuyenta caprichosamente.
Eso me rebela, me exaspera y desespera. Lo intento una y otra vez, respiro, aspiro y nada. Otra vez su ausencia. Esa ausencia que me angustia y me entristece. Esa ausencia que me aísla y se distingue de otras presencias menos amables y deseadas.
Conozco la causa y el porque, pero no los acepto. La vida o el destino descargan sobre mi gran parte de su carga, de irónico humor negro. Quizás este siendo castigada por pecados cometidos en vidas pasadas, en la vida presente y en vidas futuras. Aunque tal vez sólo sea una devolución de favores de su parte.
Tal vez estoy recibiendo de más algo que debía dárseme de menos, tal vez esta sea su manera de poner cada cosa en su lugar, de mantener el perfecto equilibrio de las cosas. Tal vez esta sea la forma, no lo sé. Engriparme en noviembre… me parece un exceso.
Cuando por fin MetroGAS me devolvió el gas perdido, después de haber estado 400 días sin él. Experiencia que fue lo más parecido a estar en el infierno, pero en versión congelada. Me dije y le dije: "Vida nada te debo y nada me debes, ahora estamos en paz".
Pero parece que ella no pensó lo mismo, no estuvo de acuerdo con mi saldo. La amortización no alcanzó, había que hacer un reajuste, la cuenta no estaba del todo saldada. Y no tardó en hacérmelo saber y en pasarme su factura. Y no es precisamente monotributista la vida, no, ella es una gran contribuyente.
La variable de ajuste que utilizó para empatar las cuentas fue esta maravillosa gripe a fines de noviembre, para hacerme sentir una ridícula cada vez que toso, cada vez que estornudo. Y no tuvo mejor idea que cobrarse en este momento, en el que tilos, jacarandás, jazmines y jazmincitos, están reventando de flores que estallan en aromas, y yo sin poder usar mi nariz para nada. Luchando con ella, y tratando de convencerla para al menos deje entrar un poco de aire.
La verdad, es que esta vez la vida o destino con su incomparable ironía se pasó por lo menos 10 km de la raya. Mu feo, como diría mi abuela Paca.
Besoo0.
Que tengan un muy buen fin de semana, y aprovechen ustedes que pueden los aromas que regala la primavera