La fiesta habia sido espectacular, amigos, musica, alcohol y una noche muy hot junto a su novia. Marcos estaba feliz, como lo esta un hincha de futbol cuando su equipo gana un clasico por goleada, asi de bien se sentia el dia despues de celebrar su cumpleaños numero 26. Lo unico malo, algo de reseca y su camisa favorita sucia, nada que una buena aspirina y agua no pudiese resolver. "Domingo, domingo, habrá que descansar de tanta girá" decia él mientras lavaba su camisa, a la vez que escuchaba musica por su celular.
Ya era eso de las 12 am, cuando habiendo terminado de lavar, Marcos se disponia a prepar su almuerzo cuando el timbre de la puerta sonó. Al abrir la puerta vio una caja de cartón marrón envuelta en una cinta azul con un moño en la parte superior y un cartero que la sostenia con algo de dificultad a dicha caja.
: Buenos dias, el señor Marcos Fatinecci ?? - preguntó el cartero viendo su lista.
: Buenos dias, si soy yo. Qué necesita ?- respondió él un poco desconcertado al ver la caja
:Le envían esta encomienda desde la localidad de Libertad, ya esta todo pago solonecesito su firma aqui y su dni por aqui- dijo el cartero señalandole los lugares para escribir.
: Libertad?? aaa a de ser de mi primo Raúl- le respondio mientras firmaba- espero que no me alla enviado un patito como la ultima vez.
:Listo señor, que tenga un buen dia. Una cosa mas, no creo que sea un patito pesa un poco mas.
Los hombres se saludarón y Marcos tomó la caja la que pesa un poco mas de lo que pensaba, entro a su casa y la deposito en el piso. Ya su primo le habia enviado algunos animalitos y plantas con cada llegada de su cumpleaños desde que eran niños, pero esta vez la caja era mas grande y pesada. Pensaba en abrirla mas tarde, pero no quizo esperar y la abrio. Un conejo negro habia, que apenas al abrir la caja lo miro con ojos tan tiernos e inocentes que Marcos no penso en regresarlo. Esta tenia algo diferente, él ya conocia la reputacion de estos animales usados como criadores y dijo "Compañero usted sera mi amigo y confidente, cada una que me mande se lo contare a uste y solo a usted. No le escondere nada, porque fuimos cortados con la misma tijera", a lo que el conejo negro solo le miraba.