La cosa es que nos quedamos sin billetes. Sí, eso es muy común en este país. Lo raro es que nadie tenía uno, ni siquiera de recuerdo.
Tampoco había en los bancos, ni en los cajeros automáticos. Las colas eran enormes y las protestas, interminables. Todo el mundo acordándose de la familia de los responsables, y bueno, había que canalizar la frustración por algún lado.
Ante esta situación desmetalizada (en la que no había metálico pero en papel por ningún, ningún lado) el gobierno dijo: "Bueno, ya, dejémonos de dar vueltas y démosle un billete a esta gente". Entonces encargó al Brasil que nos los imprimiera.
Con todo esto se armó un bonito lío. La imaginación de la gente es muy frondosa y puede llegar a límites insospechados. Corrían versiones algo extrañas, como que los iban a imprimir en portugués o con los colores de Brasil, o con más ceros, o quien sabe como y con que necesidad, si acá hay tinta y papel de sobra.
Una vez que los billetes estaban impresos, listos y esperando para ser gastados, como no podía ser de otra manera, surgió otro temita. No se los podía ir a buscar porque no había combustible o porque los aviones estaban trayendo los vehículos del Dakar, o por quien sabe que cosa. No quedó muy claro, pero venir, no venían.
Ahora sí, es definitivo, vienen nomás. Vencieron todos los obstáculos, no los para nadie, casi están en tus bolsillos.
Tampoco es que te los van a dar así como así. Los vas a tener físicamente si los tenías de manera virtual, podríamos decir. Si no los tenias vas a seguir sin tenerlos ... En definitiva, va a ser como siempre ha sido.
PD.: Ya que estan en el baile, no nos podrían hacer acuñar unas moneditas para el colectivo, graciassssss
Besoo
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