Me acabo de enterar que soy Coulrofóbica. Es una fobia que padezco desde chica, y parece que es bastante común. Si lo sé, mal de muchos…
Ahora que lo pienso, tal vez sea un consuelo. O tal vez una decepción, porque me creía única en mi estirpe. Al menos lo era en mi círculo, pero parece que no soy un ser tan original, vista bajo la lupa del mundo.
Siempre digo que no me gustan, pero en realidad, les tengo miedo a los payasos.
No sé si me despiertan un terror tan grande como para ponerme a llorar y a patalear en el piso. Al menos, no en mi vida adulta. Ahora que lo pienso, tampoco de chica. Lo mío era más de esconderme hasta que pasara el peligro. En este caso, el payaso.
Ya que estoy en tren de confesiones, les voy a decir toda la verdad y nada más que la verdad. La lista no se reduce solamente a los payasos, no les voy a mentir a esta altura. También incluye a la gente vestida de Papá Noel, Reyes Magos, el Tigre de Esso, Barney, y cualquier otro monigote deforme que se me cruce en el camino.
En cuanto veo venir alguno de esos engendros cruzo inmediatamente de vereda o no entro en el lugar en el que están ¿Qué voy a hacer? No me gustan, al menos por el momento, que a decir verdad, viene durando bastante.
No se animan a decirlo, pero lo piensan, lo adivino. Si, obvio, soy una loca, ¿qué esperaban?