Entiendo todo. Que es viernes, que está promediando el mes de enero, que algunos vuelven de sus vacaciones con la cabecita en otro planeta, y otros están a punto de irse, agotando las últimas fuerzas que les quedan.
Lo que no termino de entender es porque los peatones estamos aplicando las descarnadas reglas de los automovilistas.
Todos quieren ir por el cachito de veredita rota por el que te vas tropezando, ¿porqué?
Impera el "correte, correte por que te paso por arriba", seguido por un chancleteo amenazante, que suena cada vez más fuerte, cada vez más cercano. Escuchás resonar el clap, clap, clap en tu cabeza como una especie de código morse zapatistico, y vos ignoras cuales van a ser sus límites y por ende las consecuencias. Como diría mi abuela Paca, "mu feo".
¿Qué nos pasó? Éramos peatones y por ende civilizados, respetábamos al otro.
Estábamos unidos, aglutinados si se me permite la expresión, contra la amenaza motorizada. Esta bien, no nos unía el amor sino el espanto, la queja y el reclamo hacia el a veces cruel, poco respetuoso, y en ocasiones guarango automovilista.
¿En que nos convertimos? Hagamos una introspectiva y seamos sinceros. ¿Qué queremos lograr con nuestra reprobable conducta? ¿Hacer de nuestro bastión (las veredas pulverizadas) una rally veredístico?
Nooo, no me hagan esto, tomemos conciencia, recuperemos nuestro eje. Somos peatones, y a mucha honra.
Pero, mientras recuperamos la cordura, y nuestro centro perdido, podríamos ir considerando lo del rally veredístico. Ojo no estaría mal, las condiciones están dadas, podríamos conseguir unos sponsors…
Que tengan un muy buen fin de semana
Besoo.