¡ Oh ¡
Plumaje almacenado de las vanidades estúpidas del pavo real colorido
Abiertas en abanico las piernas más púdicas
que los muslos prostitutos sudados,
bajando la miel derrochada que no lamen ni los gatos errantes.
Algunos, por propia elección, van al cuadrado del camino como boxeador sonámbulo,
morado de ojos, camino a la arena de la muerte implacentera.
Prefiero ir volando en sueños a los puentes líbidos y lujuriosos, como planchas extendidas,
de amores y despojos, que olvidaron la ternura en la ultima borrachera.
Voy con gloria y honor al campo de las violetas asesinas y los rastrojos de corazones coloridos, como la fresa metálica del arpa de Eros.
Aunque mi muerte no sea ni blanca ni negra, que sea placentera...
De la púrpura llameante de los muslos en abra,
Quiero morir inmolado con el pensamiento poluto, el Ello dilatado
Mi entraña de corazón reventada por un infarto invasivo de testosterona
Incinerado y estrellado como kamikaze dentro de un pubis satánico
Con la joya ardiendo en mi sonrisa y la tierra del sepulcro como sábana arrugada.