Me gustas cuando apoyas las sábanas
Entre lenta y delicada, ardiente y urgente
Asomas tus huesos abundantes Y posicionas con estrategia tu boca
Hacia mis labios como blanco de flecha
Y tus senos de dulce cerezo albino con los frutos morados
Y la areola enfocada como brújula atraída,
aguja de imán, apunta los cuatros en mi dirección
No importa la ubicación
Siempre parece brújula al asalto, Me relatas en susurro tu bitácora de ultramar
En el pequeño estanque de la cama Casi amenazando con tu mirada
¡ Ah, que frágil y sumiso obedece mi sentido a tus pedidos del alba ¡
tu llamas ternura a tu caricia y mimos a tus dedos juguetones
sabes que es tan diminuto el esfuerzo que opongo,
que parece escudo de gladiador ya vencido, y
se arrastra con agilidad de un perezoso desdentado
y el peso de un elefante obeso
tu roce de nariz se siente como seda de la India
y lúdico entre tus pómulos de cerro florecido
apoyo mi cara de viril andante, desde tus senos erguidos
al calor de tu pecho y tu rostro de ardiente lecho
a tu mano de frazada le doy mi figura de enano de jardín
invernal y aterido,
listo para el fragor dulce de la batalla
dispuesto a erigirse como mástil de madero
entre tus muslos acuáticos de océano
¡ Tú sabes ¡
A todo esto le llamo amor
amor de cuerpo y alma
de vientres encontrados
amor sensual, de sexo y de cebo
amor en la cuerda floja entre
lo cuerdo y la locura enamorada
que importa si es amor de dos en uno solo
que importa si repito amor y no es anáfora
si tu me conoces como la pulpa de mi dedo grande
y los pelos multiplicados del pecho.