¿Se puede prevenir el estrés?
Ante el inminente comienzo de las actividades anuales, después de un merecido descanso, o disminución de las funciones, surge nuevamente un tema preocupante: el estrés.
El término se relaciona a conflicto psíquico, el que es necesario en tanto movilizador de conductas. En el conflicto psíquico se producen ciertos desequilibrios que tienden a buscar estabilización.
Este juego de equilibrio - conflicto/desequilibrio - estabilización, se repite constantemente a lo largo del devenir diario.
Los agentes desestabilizadores pueden ser de origen externo o interno. Ejemplifico, un ruido intenso proviene del exterior mientras que la sensación de hambre o sueño se origina en el organismo. Algunos estímulos no son tan claros ni concretos, y hasta a veces no son reconocidos por quienes lo sostienen.
En todos los casos, la tendencia es a superarlo, mediante la huida y la satisfacción respectivamente.
Cuando -por distintos motivos- estos mecanismos no funcionan, las personas cuentan con varias modalidades defensivas, que en su mayoría responden a defensas inconscientes, o sea que no son arbitradas voluntariamente por las personas.
Obviamente estos no siempre son exitosos como nos gustaría, o sea resolviendo los conflictos y retornando la estabilidad. En ocasiones, es requerida una ayuda terapéutica adecuada para "el retorno del paraíso perdido".
Ahora bien, ante estímulos externos constantes, como factores sociales, económicos, inseguridad, se acoplan a los agentes internos, haciendo común un exceso de estrés que promueve otras consecuencias, como sintomatología psíquica, incluso física, o desórdenes sociales.
Sobre si se puede prevenir el estrés, podríamos pensar que ante estímulos agudos, intensos, traumáticos, que en general son "inesperados", no contamos con muchos recursos de prevención, sin embargo para lo cotidiano -con acumulación-, existen algunas modalidades que pueden "preservarnos" de un exceso de estrés. Cada uno, cuenta con algunos medios que le producen alivio sobre el displacer que aviene del aumento de tensión en el aparato psíquico.
Podría ejemplificar, espacios propios, actividades físicas y recreativas, paréntesis de las actividades, un encuentro con amigos, revalorización para la familia, acercamiento al humor, producciones artísticas, literarias o artesanales, actos de solidaridad, o la revisión de la perspectiva con que observamos al mundo, porque "el árbol no nos permite ver el bosque", o cuanta otra forma individual que a usted le sirva, y si solo no puede no escatime en pedir ayuda profesional.
Lic. Susana Fragassi
