De llanto y lamento cada tanto el amor es cruel y
riega su tronco de lágrima
como si inundase todos los territorios de corazones,
blandiendo su cuchillo afilado amenazante y
con afán de carnicero obstinado
soltara todo el salitre en la sangre
y la tierra de los enamorados.
Sin que las islas puedan evadir su paso
y el amor se petrifique en estatua
de bosque de arrayanes milenarios con mirada absorta.
Salgamos amor
de esta maraña de pelo embrujado.
Hasta donde nuestros pies toquen la tierra
donde germina el cereal sin agonía y
los árboles descuelguen su fruto en abundancia.
Entre el verde selva del ramaje y
los jardines sin heridas
produzcan tulipanes y jazmines,
alhelíes y rosas
como una fabrica sintética del
vientre de la madre naturaleza.
Habitemos un pequeño planeta nuestro,
pegoteado de goma y almíbar,
Cariado hasta los dientes de tanto dulce intercambiado
Hasta que retrocedan
y cuelguen sus cuchillos oxidados,
o pálidos se mezan en los balcones de antaño
Donde aun vuelvan " las golondrinas sus nidos a colgar ".