Mujer mitológica mia
de vuelo y fantasía hecha.
Atrapada en la masa sumergida
de mi esqueleto impúdico pero bello
Tras romperme los huesos precipitado en la barranca
inclinado en tu mapa astral,
entre los pliegos de tu piel,
buscando los tulipanes encendidos que crecen
en el abismo de las piedras
y sus cúspides,
cayendo a la alfombra de tus costillas.
No importa tu lengua sutil de habla
Ni tus senos desparramados como racimo caído
Ni que amanezcan con hedor de aliento.
Puedo tolerar tu ojo izquierdo blanco
y tus orejas deshechas por el relámpago.
Tu piel de esmeril áspera como lima y
tus manos de marsopa aplaudiendo.
¡ Eso sí. Es imprescindible que vueles ¡
de la noche intrigante al día brumosa
y que sueñes con un tiempo imaginario
en que la uva se confunda con los cerezos.
No pretendas cautivarme con voz erosensual
Ni con una lagrima perfumada de teatro
Ni contando tus hojas muertas de antaño
Como si el dolor no te hubiese abandonado.
¡ Para mí ¡
¡ Tu andar es voluptuoso, siempre que camines con las alas ¡
tu noche conmigo en la cama es siempre noche de amor
si es que sueñas con nubes invadidas por Ángeles.
¡ No quiero a mi lado, una mujer tan terrestre que no
despegue sus pies del suelo sin un huracán soplando ¡
Te amaré siempre,
siempre que seas etérea y volcánica
y que tus ojos brillen con la luz ausente.
Poco importa si tu pelo se descolora
Sino concibo hacer el amor con una mujer
que no trepe como TU los sueños celestes, y los cielos rosas
en el tiempo del silencio intimo,
Tan próximo al confín del paraíso,
rayano a la frontera de nuestras pieles evaporadas.