educacion ambiental

Categoría: Salud
Fecha: 28/02/2011 18:06:45
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La salud y el ambiente

El medio ambiente merece particular atención
entre los factores que inciden en las condiciones de
salud en la Región de las Américas. Los problemas
de salud de origen ambiental son intensos y de
amplio alcance. Sin embargo, quizá sea motivo de
mayor preocupación el alto grado de inequidad que
se observa al analizar la exposición de diferentes
grupos de población a los riesgos para la salud acarreados
por el medio ambiente. Se observa una
exposición desigual en los residentes de las zonas rurales y urbanas, en
los diferentes estratos económicos de las zonas urbanas, entre los
hombres y las mujeres, y los trabajadores del sector formal e informal;
ciertos grupos, en particular los niños y los ancianos, se ven duramente
golpeados. Además, es inequitativo el acceso a los servicios de saneamiento
ambiental como el abastecimiento de agua y la gestión de desechos,
y el acceso a los recursos naturales como el aire, el agua y las
zonas ecológicas de buena calidad.
La Organización apoya continuamente a los países de la Región en
su empeño por reducir esa inequidad. A continuación se incluyen algunos
de los principales acontecimientos del año.

ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE

El acceso a agua potable, uno de los indicadores más representativos
de la salud pública, es un importante campo de interés para los gobiernos
de la Región. En las dos Cumbres de las Américas, celebradas en
1994 y 1998, los Jefes de Estado del Continente Americano reconocieron
continuamente la necesidad de reducir la carga de la morbilidad,
en particular para los niños y los pobres, mediante el abastecimiento de
agua potable. En la iniciativa 47 de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) se
solicitó a los países que establecieran y ejecutaran leyes, políticas y
programas específicos de protección de la salud pública mediante el
suministro de agua potable libre de microorganismos nocivos, metales
pesados y contaminantes.
El acceso a fuentes inocuas de agua potable muestra grandes disparidades
de un país a otro y la cantidad de agua disponible es también
motivo de preocupación. Aunque la población rural de las Américas se
ha mantenido relativamente constante, la cobertura de abastecimiento
de agua en las zonas rurales es mucho menor que en las urbanas, lo
que ocasiona una marcada inequidad en el acceso de los residentes del
sector rural al agua. La naturaleza endémica del cólera en la Región y la
elevada incidencia de enfermedades diarreicas, particularmente en los
niños, se pueden atribuir en gran medida a la falta de acceso a agua
potable. Aunque se reconoce que muchos factores determinan la mortalidad
infantil, es interesante señalar que cuanto mayor es la cobertura
de abastecimiento de agua, menor tiende a ser la tasa de mortalidad
infantil, como se observa en el cuadro 1. El cuadro muestra la población
con acceso a agua potable (conexiones domiciliarias y fuentes públicas)
según los informes de 20 países que, en conjunto, representan 98% de
la población de la Región. Sin embargo, hay enormes diferencias entre
los países y dentro de un mismo país.
Aunque se ha reconocido que la desinfección del agua es una de las
armas más poderosas para proteger la salud humana contra las enfermedades
transmitidas por el agua, la cobertura ha sido siempre baja.

INEQUIDADES EN EL CAMPO DE LA SALUD
DE LOS TRABAJADORES

La equidad en el campo de la salud de los trabajadores supone, entre
otras cosas, la igualdad de posibilidades de acceso a la información y a
los servicios de salud. El acceso a la información es la base del derecho
al conocimiento y a la participación efectiva de los empleadores y de los
trabajadores en la búsqueda y aplicación de soluciones a los problemas
de salud de los trabajadores. Acceso equitativo a los servicios de salud
significa la posibilidad de obtener servicios integrales de salud, con
énfasis en las medidas preventivas y promocionales.
En los últimos años, la ocupación ha sido reconocida como un factor
de riesgo en términos de mortalidad y años de vida ajustados en función
de la discapacidad. Los factores de riesgo en los lugares de trabajo
y las condiciones inadecuadas de trabajo, incluidos el ingreso y el nivel
adquisitivo, son inequidades importantes con efectos sobre la salud.
Existen diferencias entre las regiones y países y dentro de ellos; por
ejemplo, se estima que en el período 1993-1996, la tasa anual de
accidentes mortales de trabajo fue de 13,5 por 100.000 trabajadores
en América Latina y el Caribe, 5,3 por 100.000 en los Estados Unidos
de América y 6,9 por 100.000 en el Canadá. Asimismo, la creciente globalización
de la economía y el desarrollo concomitante de empresas multinacionales
generan inequidades muy concretas, tales como los estándares
laborales dobles, entre los países desarrollados y los países en
desarrollo, en detrimento de las condiciones laborales en estos últimos.
Las inequidades están presentes tanto en el sector formal de la economía
como en el informal. En el sector formal, los factores
determinantes de inequidades son el tamaño y la estructura de la empresa, el
tipo de industria y los riesgos asociados con la especialización, las
modalidades de contratación, la sindicalización, los servicios de seguridad
social y el acceso a la información sobre riesgos y derechos, y a
servicios de prevención y promoción de la salud. Los trabajadores del
sector informal de la economía despliegan sus actividades en el marco
de diferentes formas de organización, desde la pequeña industria hasta
el trabajo a domicilio, con riesgos diferenciados e ingresos inestables y
muy variados. Por lo general, los trabajadores informales están sujetos
a condiciones más difíciles y riesgosas, y con menor protección social
y legal contra accidentes y enfermedades, y no disfrutan de los derechos
laborales establecidos en la legislación del país correspondiente,
tales como el salario mínimo o el horario de trabajo. La inequidad laboral
se agudiza en el caso de grupos especiales del sector informal, tales
como los niños, los migrantes, los indígenas, las mujeres y los trabajadores
de edad avanzada.
La OPS ha respondido a la situación de inequidad laboral en la Región
por medio de actividades de cooperación técnica cuya base estratégica
fue la información al respecto y la diseminación de dicha información.
Su objetivo fue disminuir la inequidad y sus actividades se encuadraron
en el Plan Regional de Salud de los Trabajadores, que es un marco de
referencia para los países y la cooperación externa en la Región.
Por medio de la formación de recursos humanos, se apoyó la prevención
primaria dirigida a controlar o eliminar los riesgos en los lugares
de trabajo y a fortalecer la higiene industrial, y se mejoró la calidad
de la información, poniendo de manifiesto las inequidades en el campo
de la salud. Entre las actividades desplegadas en varios niveles, la
Organización creó y divulgó un sistema computarizado dirigido a identificar
y controlar los riesgos en los lugares de trabajo. Este sistema fue
adaptado para el uso de los ministerios de salud y está en proceso de
aplicación en Chile y en Cuba.
Un estudio llevado a cabo por la OPS en nueve países de la Región,
posibilitó la realización de actividades concretas para el mejoramiento
de los sistemas regionales de información. Asimismo, junto con el
CEPIS y una organización no gubernamental peruana, se habilitó un
sitio en la Internet que permite compartir eficazmente información y
experiencias en toda la Región. En colaboración con la Cooperación
Danesa para el Desarrollo Internacional (DANIDA), la OPS puso en marcha
un proyecto dirigido a disminuir los efectos sobre la salud del uso
de plaguicidas en América Central, que ha permitido mejorar en forma
sustancial los sistemas de vigilancia.
La OPS cooperó con organismos y entidades oficiales con poder de
decisión, entregando información para identificar inequidades y definir
campos prioritarios de acción. Asimismo, procuró sensibilizar a los políticos
encargados de la toma de decisiones nacionales e internacionales,
apoyó los procesos de integración económica y llevó a cabo actividades
específicas para homologar la legislación de manera de reducir
las desigualdades entre los países.
Más de 20 países de la Región han elaborado planes nacionales de
salud laboral y la OPS apoyó su incorporación en los planes de salud y
desarrollo nacionales; Chile, Colombia y Panamá ya los han incluido.
Colaboró en la promoción de la salud para facultar a los trabajadores
y sensibilizar a los empresarios y a la comunidad, haciendo hincapié en
la equidad de acceso a la información y en la participación en las decisiones.
La Organización firmó un convenio con los Ministros de
Trabajo de Centroamérica para el establecimiento de "lugares de trabajo
saludables", y adoptó estrategias de colaboración con los medios
de comunicación social para diseminar información sobre la salud de
los trabajadores.
Dentro del Plan Regional de Salud de los Trabajadores, la OPS trabajó
para disminuir las desigualdades en el acceso a los servicios de salud
con un enfoque orientado a la prevención primaria y la promoción de la
salud. Con base en el concepto de que en el campo de la salud de los
trabajadores la atención curativa debe ser considerada y fortalecida
dentro de los servicios existentes, la Organización puso en práctica proyectos
en el Ecuador y en el Perú que permitieron ampliar la cobertura
de los trabajadores en el contexto del desarrollo nacional.






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