Desde este humilde rincón donde la música y la literatura se entrelazan para formar un todo, saludo al mundo. Y lo hago desde la luneta que representa el ordenador, pues desde aquí se ve el mundo; y no únicamente desde el punto de vista geográfico, sino desde todos los ángulos, porque gracias a los adelantos tecnológicos no cabe duda -ahora sí- el mundo es una aldea global. Por ello, me basta sacar la mano por la ventana para saludar al mundo.