La voz de tus ojos aturde mi mirada, ante el miedo
improviso no mantener esa escandolosa melodia.
un leve ronroneo se sacude en mi oido y a lo lejos
percibo tu paso distraido mientras apresuras el dia.
el corto paso de las palomas que emprenden el vuelo
hasta lo alto de las inquietas ramas.
un picoteo al roble de la hoja que cae flotante y el nido
al que se encarama.
arbustos que esconden el miedo a pasos minuciosos
de una paciente tortuga.
su baile delatador y agresivos balanceos reciben
al misterio siendo este quien se asusta.
crujientes los pasos que se pasean en las hojas
secas, amarillas y sin vida.
en lo alto del origen de tanto tiempo siendo verdes
la tranquilidad me mese sanando heridas.
un horizonte infinito teñido de cortinas blancas y
grises apunto de romper en llanto.
entristece mi andar y detiene mi cuerpo a
recordar ese aroma que me gusta tanto.
una gota me saluda y me presenta sus
hermanas cubriendo un gran manto las montañas.
escapa incauta una sonrisa que inclina mi vistazo
hacia arriba descubriendo cuanto la extrañaba.