Senda de hebra.
Luz de mi sombra.
Por ti me rasuro en las mañanas.
Mis bolsillos carecen de un solo cobre
Pero salen mis pies con la dulce urgencia
buscando el pan en las veredas
El espejo para tu belleza
El hilo de la aguja y el óleo de sartén.
También deshojo cada larga ceja enmarañada
Por ti amor,
para que no pierdas mis ojos en la selva,
cuando vienes al encuentro.
Lavo mis dientes de esmalte y plomo
con tanto esmero que el clavel envidiaría el perfume
Lavo las baldosas para tus cenicientos pies descalzos
cuando aproxima el minuto de tu llegada y plancho
esa larga camisa que en ti suda.
Coagulo mis heridas y desinfecto las fracturas.
¡ Mi amor. Todo es por ti ¡
Por el limbo con que miras mis sueños por dentro
y tu amor de guerrera de Eolia,
repaso con memoria el esplendor de tu encanto, y el
apetito de la seda que reviste tu continente,
la sed de manantial de piedra que luce tu sonrisa.
Estoy limpio y puro,
algo maculo pero neto y mero
Ven a mi lado urgente noble luchadora
que he puesto afán en mi acicalo diario de ambos lados
tan solo para ver una pestaña.
¡ Tan solo una pestaña tuya asombrada ¡