El líder debe estar consciente de que ocasionalmente ocurren conflictos en el grupo y que debe resolverlos de la mejor manera posible, en reuniones del equipo pueden surgr situaciones tensas, discusiones acaloradas, los colaboradores expondrán abiertamente sus puntos de vista y los defenderán a capa y espada.
Lo que el líder no debe permitir es que esas tensiones sean la tónica de esas reuniones, ya que terminaría generando un ambiente hostil que afectará la unidad del grupo y lo puede llevar a la ruina, tampoco puede permitir que en esas reuniones acaloradas se lleguen a traspasar los límites del respeto personal.
El líder se debe rodear de gente competente, con personalidad, con ambiciones que no afecten al equipo. Es normal que en ciertas ocasiones surgen fricciones, cuando existe una diferencia entre los integrantes del equipo, lo adecuado es afrintarlo y solucionarlo sin pasar a mayores complicaciones, pero, si la situación se va postergando ya sea por temor, por no querer tener problemas y no se aborda convenientemente, puede terminar afectando los logros del equipo, originando un fuerte problema y separación del grupo, puede terminar afectando los logros del equipo, un problema cada vez más difícil de resolver. Para evitar malos entendidos, incomprensiones, enojos resentimientos, etc. es fundamental que haya una comunicación muy fluida y de respeto.
Cuando el líder está seguro de lo que está ocasionando el problema, no tiene que adoptar una actitud paternalista tratando de acercar a sus colaboradores, debe buscar el momento y las palabras adecuadas. No obstante, si el enfrentamiento alcanza tal dimensión que termine afectando al buen funcionamiento del equipo, el líder debe intervenir, dejando muy claro que no tolerará este tipo de situaciones, exigiendo a sus colaboradores la solución de esas diferencias.
Hay que tener muy claro que un equipo tan sólo puede dar lo mejor de sí mismo cuando actúa unido, por lo que no se pueden tolerar graves desavenencias entre sus miembros. El líder tiene que estar muy pendiente de los pequeños detalles, ya que en ocasiones las diferencias entre los miembros del equipo apenas son perceptibles, pero debajo de las apariencias se esconden, a veces, auténticos enfrentamientos muy arraigados, en ocasiones se esconden esos malestares por miedo a su reacción.
El líder debe ser muy cuidadoso para evitar dar pie a situaciones (a veces de manera inconsciente) que puedan deteriorar las relaciones dentro del equipo.
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