La semana pasada fue un tanto extraña, pasaron algunas cositas y estuve casi fuera del mundo. Pero volví, aunque nunca seré millones, tal vez nunca los tenga, pero no pierdo las esperanzas.
Lo que me hizo abrir los ojos muy grandes y caer mi mandíbula hasta el mismo sótano, fue el anuncio de nuestra aplicada Ministra dividida Nildita.
Al parecer, no hubo un cambio de figuritas satisfactorio y dejaron la ciudad sin efectivos. No efectivos de metálico, aunque tal vez si. Me refiero a los efectivos humanos.
Parece que la Ministra saco su cuadernito, le sacó punta al lápiz, la afino en un papelito, y sacó cuentas. Al ver el resultado frunció el seño, sacudió la cabeza y dijo: estamos gastando mucho con los adicionales, así que vamos a sacar unos cuantos efectivos de la Federal de la Ciudad. Total todo esta tranquilísimo y de lo más seguro, no va a pasar nada.
La brillante medida consistirá en eliminar efectivos (1.200), que prestan servicios en organismos públicos (incluiría al Banco Ciudad), parques, plazas y hospitales de la ciudad.
La idea es que estos efectivos que estuvieron hasta ayer en lugares fijos, desde hoy a la media noche "caminen la ciudad". Lo se, suena un tanto raro, pero esa fue la expresión vertida por el ministerio.
No les cuento como están los del Gobierno de la Ciudad. Esto les cayó cual bomba y a la vez como un peludo de regalo, aunque de regalo no tiene nada. Más bien todo lo contrario. Es más, todavía están tratando de bajarlos del techo del salto que pegaron. Imagínense se enteraron el viernes, y se hizo oficial ayer por telegrama.
La verdad, podrían haberle hecho un llamadito para irlos preparando, y no tirarle la noticia así como un balde de agua fría, o un hierro caliente, o un cable pelado, o … lo que sea que fuere que cause un asombro paralizante y embroncante.
Así que gente que viva en la ciudad, que trabaje en la ciudad, que viaje a la ciudad, que pase por la ciudad, etc. Tengan mucho cuidado, por que están alertados y tienen vía libre para hacer de las suyas, todos los mal vivientes, delincuentes,cacos, chorros, chorizos, pungas o gente con TOC que le gusta quedarse con lo que no es suyo.
En fin, en mi ausencia del mundo nada ha cambiado. Todo esta igual o peor, es lo mismo de siempre. Ellos se pelean, se sacan, que quitan, no se dan y nosotros pagamos la vajilla rota. Que por cierto, no es nada barata.
Besooo.
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