Tras tu luz de aura encendida
Labor de abeja, sangre y filantrópíca avaricia
Besos de hoguera, manos de labradora.
No hay prado más extenso al horizonte
Que tu ternura inclinada a un lado
Secuencia invisible de órgano cárdio en mano
Pisada férrea como andar de Belofonte.
Ya tiene mi piel humo y grama
De tu amor general en derramada
Mi corazón y su vestido tienen un solo punto
Alma tan preciosa, antenas de tacto sin instrumento
Hacia ti va mi beso en trino al momento,
Llegando mi amor liberado con espada y anuncio.