La vez que se detuvo la tierra

La vez que se detuvo la tierra no fue ni el fin ni el inicio de un nuevo mundo, del cielo no descendió un meteorito que impacto contra una parte de la tierra y destruyo todo a su alrededor, tampoco se derritió todo el hielo del glasear, los mares crecieron y se inundo la tierra, no paso por cada país una tormenta de apellido del siglo, no fue una invasión alienígena ni un virus mortal que matara a un por ciento cuantioso de personas, del cielo descendieron cientos de luces azules que se adentraron cuidadosamente en el suelo, la tierra se detuvo, la fuerza de gravedad desistió por unos segundos, los autos como las personas y muchos otros objetos se elevaron a varios metros del suelo, al restablecerse la gravedad, todo volvió a su lugar, el impacto fue increíble, las calles estaban llenas de escombros, las personas aun maravilladas y asustadas por tal evento estaban recuperándose , de repente la tierra tembló, todos se sujetaron de lo que pudieron, abrazaron a sus familias como si aquello que estaba pasando fuera el fin del mundo. Todo ocurrió tan rápido que muchos no sabían como explicar lo sucedido. Luego de una hora después de todo lo sucedido el suelo santo donde descansaban cientos de seres queridos se removió, primero salio una mano, luego otra y docenas después, cientos de cuerpos se elevaron de la tierra y comenzaron a caminar por las calles, temerosos todos se comenzaron a alejar de aquellos seres, a pesar de que muchas lágrimas se vieron descender de los ojos de cuantas personas presenciaron tal evento, pues allí estaba el padre que murió en la guerra, la madre que murió en el pacto y no pudo conocer a su bebe, la buena abuela, el hijo querido, la única nieta, en fin, los familiares queridos. De entre la multitud una niña salio corriendo en dirección contraria al movimiento de las demás personas, corrió hacia su madre, que aun cubierta por la tierra, y su físico algo cambiado, no dejaba de ser su madre y el amor no dejaba de existir, la brazo, la madre beso su frente y permaneció mirando al resto de las personas. Aquellos seres no eran ni zombi, ni el resultado de un fallido experimento, no eran seres productos de la imaginación, ni el Apocalipsis disfrazado de carne y huesos, era el amor después de la mismísima muerte, algunos pensaron que era una obra divina de Dios, otros pensaron que fue la respuesta a las plegarias de tantas personas deseosas de ver a sus seres queridos, otros pensaron que las luces que habían descendido del cielo eran las almas de aquellas personas. Entonces todos se detuvieron, dejaron de moverse contrarios a aquellas personas, luego de unos segundos corrieron hacia ellos con toda la fuerza de sus piernas, muchos antes de besar o abrazar a aquellos que habían renacido, tocaron sus rostros, su cuerpo, unieron manos con manos, tocaron todo lo que habían extrañado, como para verificar la calidad o la realidad de lo que veían. Aquel día no era navidad, ni fin de ano, tampoco el día de los reyes magos, ni el de los fieles difuntos, simplemente lo llamaron: "El día en que la tierra se detuvo". Aquel maravilloso momento unió el día con la noche y la noche con el día próximo, nadie supo la diferencia, las familias estuvieron completa, la pipa vieja de cada anciano se encendió, los viejos bastones cobraron vida en las calles, la vieja canción de amor de cada pareja que una vez estuvo formada por una viuda o viudo y un fallecido volvió a sonar en las casas, se escucho el llanto del hijo perdido, la tristeza simplemente se esfumo en el viento. De repente la madre que sujetaba a la niña sintió un cambio en su cuerpo, su pelo comenzó a caer, como su piel, sus labios se consumieron y en la frente de la chica solo quedo una expresión muda de un beso fantasmal, el abuelo que traía al nieto sentado en su regazo y disfrutaba de su pipa, también siente el cambio, sus manos comienzan a temblar sin control, sus dientes comienzan a caer, su pelo se vuelve canoso poco a poco, hasta que desaparece, las arrugas de su rostros es como si cobraran vida y fueran tomando todo su rostro y desapareciera la luz que traía en su mirada, la piel comienza a caer, el bebe que la madre daba de comer queda inmóvil, su llanto ya no se escucha, su risa se apaga como el brillo de su mirada, la madre comienza a notar que el bebe adelgaza rápidamente, hasta que se notan sus pequeñas costillas, así ocurre con cada ser que el día anterior habían ascendido de la tierra, unos gritos procedentes de cada hogar, de cada parque , de cada calle, se unen en uno solo, las personas resucitadas miran hacia el cielo y gritan hacia el, la luz que una vez se adentro en el cuerpo muerto y fantasmal de aquellas personas, salia por sus bocas y regresaba al cielo, los cuerpos cayeron al suelo, algunos polvorizados, otros en su forma natural, la gravedad volvió a fallar, todo se elevo a metros del suelo, en segundos se restableció, y todos cayeron confundidos y decepcionados en el suelo, la tierra tembló, como pidiendo que sus hijos fueran devueltos, volvió a la normalidad, de repente comenzó a abrirse, y los cuerpos se adentraron en ella nuevamente. Aquel día se la mañana con la tarde, la tarde con la noche y la noche con la mañana de todos, pues cada persona durmió a un lado de la tumba de aquellos que habían visto y perdido en menos de 24 horas. La vez en la que por segunda vez se detuvo la tierra, no fue en enero de 1959, ni en diciembre del 2012, fue un día como otro cualquiera, de clímax normal, del ajetreo común que caracteriza a las personas, fue un día de escuela, una tarde de pesca en el malecón, de guardia para el sereno o de clases para el profesor, no fue un día en el que el precio del petroleo se disparara sin control, ni el día en el que la salud importo mas que el dinero para las personas, no era temporada ciclónica, ni tarde invernal, era un día de esos normales, del del cielo no descendió un meteorito que impacto contra una parte de la tierra y destruyo todo a su alrededor, tampoco se derritió todo el hielo del glasear, los mares crecieron y se inundo la tierra, no paso por cada país una tormenta de apellido del siglo, no fue una invasión alienígena ni un virus mortal que matara a un por ciento cuantioso de personas, del cielo descendieron cientos de luces verdes, las personas maravilladas recordando el evento anterior corrieron hacia el cementerio, se sujetaron de lo que pudieron pues sabían o creían saber lo próximo que vendría, la gravedad fallaría por unos segundos, luego se restablecería, la tierra temblaría y luego todo volvería a la normalidad, la tierra se sacudiría y ascenderían los seres queridos, todo ocurrió como todos creían excepto por la parte en la que las personas resucitaban, luego de unos 45 minutos ocurrió algo maravilloso, las plantas comenzaron a crecer hasta elevarse a metros fuero de lo normal, los troncos secos florecieron, los arboles frutales dieron de su fruto a pesar de estar fuera de la temporada de cosecha, los terrenos áridos o menos factibles para la siembra se llenaron de arboles que ni siquiera se daban en estos lugares, del suelo resucitaron cientos de animales que una vez estuvieron extintos y otros que fueron mascotas y murieron en algún accidente o de cierta enfermedad, los desiertos quedaron borrados del mapa, los animales mas que feroces parecían formar parte de las familias de las personas. Algunos temieron de tal suceso, temieron a tomar la fruta de los arboles que crecían a sus alrededores, temían abrazar o besar a la mascota fallecida, pero siempre la inocencia es inerte o inmune al miedo, un chico abrazo a su viejo perro de la infancia, todos vieron que no pasaba nada y corrieron a abrazar a sus mascotas y a comer de las delicias de la nueva naturaleza, muchos creyeron que era una obra divina de Dios, o que el paraíso estaba descendiendo del cielo por partes hasta establecerse completamente en la tierra, otros creyeron que era el inicio de un nuevo mundo, del fin del hambre y la pobreza, o el evento mas maravilloso luego de la creación del hombre, mientras que otros simplemente lo llamaron: "El día en el que la tierra se detuvo". Muchos permanecieron paralizados ante tanta belleza, otros preferían amanecer mirando al nuevo horizonte, mientras que otros, a pesar de la edad o el genero, querían jugar con sus mascotas sin detenerse tan solo un momento, corre, jugar, sentirse como si flotaran en medio del universo, como si aquel momento fuera el ultimo recuerdo de su vida o de su felicidad, muchos se tiraron docenas de fotos, otros encontraron la paz interna que habían perdido, otros hallaron la inspiración para pintar, para componer canciones o simplemente para pararse en el techo de su casa para gritarle al mundo lo maravillosa de la vida. Aquel día los países se unieron en uno solo gracias a la naturaleza, gracias a la vida que se tornaba verde y muda para el que no sabia como escuchar a las plantas susurrando y cantando en el viento. Como siempre se les unió a todos el día con la noche y viceversa, la diferencia de hora fue como si hubiera desaparecido, no había limite de tiempo para gozar o admirar tanta belleza natural, pero al llegar el nuevo día las plantas comenzaron a descender y a perder tamaño, las mascotas perdieron parte de su pelaje, los animales extintos comenzaron a volverse solo huesos y recuerdos, los terrenos desérticos comenzaron a hacerse notar en el mapa, las frutas comenzaron a pudrirse, las fotos donde las personas aparecían a un lado de la belleza natural surgida luego de que las luces cayeran del cielo, comenzaron a tornarse vacías, las plantas desaparecían de las fotos, los cuadros se volvieron blancos, el viento dejo de susurrar el sonido de las plantas bailando al son del aire, los ríos detuvieron su cause, el árbol viejo dejo de dar las frutas que a tantos gustaba, el tronco viejo volvió a ser lo que era, el hambre volvió a aparecer, supongo la pobreza no desaparece de un día para otro, la tierra volvió a sufrir el cambio anterior, el cambio que la llevaría de regreso a la normalidad, la gravedad interrumpió su trabajo, todos se elevaron varios metros, algunos no se sujetaron esta vez de nada, ni se aferraron a sus seres queridos, tan solo cerraron los ojos, como esperando que al caer al suelo sus cuerpos se desplomaran y despertaran de aquella pesadilla, luego de elevarse unos cuantos metros, todos volvieron a descender, el impacto cauto explosiones en las calles, cientos de cristales se rompieron al igual que la ultima vez, la alarma de los autos se dispararon sin control, las personas estaban aturdidas en el suelo recuperándose de la caída, un temblor en la tierra los hizo esta vez aguantarse de lo mas cercano que tuvieran, de repente todo el color verde que quedaba en las plantas se evaporo de ellas y regreso al cielo, y los animales resucitados, como las plantas crecidas, se volvieron polvo y otras se volvieron mas pequeñas, la tierra se abrió y en unos minutos todo había desaparecido y regresado a la normalidad. La tristeza se hizo propia de la mente y parte del corazón de todos, no es fácil amar para luego perder, o enterrar a alguien querido dos veces, ni olvidar lo que te sale o alimenta el alma, no es fácil ver a un hijo morir de hambre un día y ver al otro día al hijo que te queda sonreír a un lado de la mesa observando la abundancia de comida, la cual trajo la muerte de su hermano tras su ausencia, entonces despiertes al otro día y descubras que aquella comida desapareció, mires a tu hijo y sepas que morirá también de hambre, no es fácil vivir así, o encontrar un motivo para regresar a la vida normal que teníamos. La tercera vez en la que se detuvo la tierra todos no eramos ricos, ni se encontró la cura del SIDA, no dejaron de nacer niños con problemas o se invento una cura para volverlos normales, el crimen no había desaparecido de las calles, la prostitución o las drogas no eran leyendas ni cuentos de ficción, las guerras no eran una terminología usada para referirse a sembrar mas arboles, ni a velar por la vida de los animales en extinción, no estaban unidos todos los países como si no existieran fronteras, o los ataques terroristas eran solo parte de las películas de ficción, fue un día como otro cualquiera, de clímax normal, del ajetreo común que caracteriza a las personas, fue un día de escuela, una tarde de pesca en el malecón, de guardia para el sereno o de clases para el profesor, del cielo no descendió un meteorito que impacto contra una parte de la tierra y destruyo todo a su alrededor, tampoco se derritió todo el hielo del glasear, los mares crecieron y se inundo la tierra, no paso por cada país una tormenta de apellido del siglo, no fue una invasión alienígena ni un virus mortal que matara a un por ciento cuantioso de personas, del cielo descendieron cientos de luces negras, las personas no sabían hacia donde ir, no imaginaban cual seria el próximo evento maravilloso, las luces negras se adentraron cuidadosamente en el suelo, la tierra se detuvo, la fuerza de gravedad desistió por unos segundos, los autos como las personas y muchos otros objetos se elevaron a varios metros del suelo, al restablecerse la gravedad, todo volvió a su lugar, el impacto fue increíble, las calles estaban llenas de escombros, las personas aun maravilladas y asustadas por tal evento estaban recuperándose , de repente la tierra tembló, todos se sujetaron de lo que pudieron, abrazaron a sus familias como si aquello que estaba pasando fuera el fin del mundo, las luces negras se adentraron en los cuerpos de las personas, sus ojos se volvieron negros, como sus almas, todos se mataron entre si, destruyeron la naturaleza, mataron a los animales que estaban cerca, destrozaron a la naturaleza, algunos pensaron que era una maldición de Dios, otros pensaron que fue la respuesta a las faltas de plegarias de tantas personas que no creían en el Señor Todopoderoso, otros pensaron que las luces que habían descendido del cielo eran las almas de aquellas personas que habían causado algún mal al prójimo o que el paraíso estaba descendiendo en forma de infierno para establecerse completamente en la tierra, otros creyeron que era el inicio del fin del mundo, del inicio del hambre y la pobreza, o el evento mas terrible luego de la creación del arma nuclear. El día se les une con la noche y la noche con el día, todos esperaban que como lo sucedido en las veces anteriores todo terminara, que la gravedad fallara, todos se elevaran, cayeran nuevamente al suelo, la tierra temblara, se abriera, las luces regresaran al cielo y todo volviera a la normalidad, pero no paso así, porque entre tantas cosas buenas las personas habían olvidado su verdadero mundo, vivimos rodeados de luces negras, de muerte, de tristeza, hambre, pobreza y aun así a pesar de tener siempre nuestros días basados en la normalidad, miramos al horizonte esperando que dios, en una de sus obras divinas regrese a nuestros seres queridos o restablezca la naturaleza que tanto destruimos, por que no unir el día con la noche, la noche con el día y hacer de este , nuestro mundo un mundo mejor, tal vez así, la tierra se detendría un día para todos, y la vida seria un paraíso.