Cuando giras parece que zumbas
y al caminar siento el tren en tus trochas
de paso delgado.
En tus pómulos descarga sus colores la rosa
y bruñe el metal blanco su esmalte caminando por tu risa.
Por tu cintura y alrededores arbolados
cruzan los pájaros sus trinos, hacen su nido
en lo que es mi corazón de ala viva y tibia.
y la humedad deja su gota en las redes de tu pubis.
Cuando tu boca suelta la dulce palabra
como un remolino horizontal de mermelada,
las hormigas afables de tus pies lavan su sed
y avían la noche dispuesta a festejar su ebriedad.
como las nocturnas mariposas libando
tus aristas de labio en copa,
heredera de la uva y sus virtudes fortificadas.
Veo crecer en ti la raíz que llega al cielo
escalando tu forma con todos sus brazos,
la estrella rodadora necesita desesperada
tu mirada de brillo y
cuando entra la hora natural del germen
la tierra ansía tu sangre de hierro acumulado,
veo derrochar la gota por tus poros
como si además pintaras las flores rojas donde reposan mis recuerdos.
Es mi corazón el que te ama,
pero son mis ojos planeadores que vuelan a ti
y es mi vertical cuerpo de raíces que necesita de tu lluvia
gravitando en descenso su erguida estatura
que extraña tus campos
donde las aguas reposan cálidas sus inviernos.