Los mexicanos tenemos una historia grandiosa, tenemos raíces y esto nos hace diferentes y únicos en el mendo, nuestra cultural es inmensa, un país que ha luchado por su ser independiente, ha tenido derrotas y victorias, un país que clama justicia, que pide igualdad y busca seguridad.
El mexicano desde siempre ha sido inseguro, si nos remontamos a muchos siglos atrás, el indígena fue mitigado por los españoles, el indígena siempre fue subyugado, el mexicano se volvió pasivo.
Hemos creado una identidad falsa, tenemos el estereotipo a nivel mundial del indio cabizbajo, flojo, con jorongo y no puede faltar el tequila, el maguey y los huaraches, alburero, tramposo, mujeriego y fiestero, violento, resentido, machista y sentimental
La cultura indígena fue desplazada casi en su totalidad, México es un país lleno de herencia prehispánica y una cultura única. El mexicano oculta su verdadera identidad trata de imitar la cultura extranjera que es un mecanismo psicológico de defensa que crea una apariencia de cultura.
El Machismo mexicano: Una de las cualidades más representativas a nivel mundial del mexicano es el machismo, representado hasta en la época de oro del cine mexicano, de hecho ningún mexicano podría decirse mexicano sin ser un macho, esta costumbre es producto del complejo de inferioridad de los mexicanos.
El nuevo Mexicano ha entrado en un movimiento de imitación extranjera, asociando el lujo, el dinero, el poder y el consumismo como estándares de éxito, se ha dejado de lado el lado humanista, la convivencia familiar y armonía, la cooperación solidaria del vecino, ahora "la nueva mujer es una fuente de impotencia masculina" se forma una mujer más activa, que ha dejado a un lado al hombre para salir y enfrentarse al mundo, logrando sus propios éxitos y enfrentando así mismo sus fracasos.
El nuevo mexicano no importa que sea parte de los 25 millones que vive en pobreza extrema o que pertenezca a los otros 40 que viven en pobreza, la Coca-Cola y las sabritas no pueden faltar en una sociedad consumidora que asocia el éxito a lo material, que adopta productos extranjeros y los hace parte de su identidad, un éxito que no discrimina a pesar de las grandes desigualdades.
Conclusión: Si no conocemos nuestra propia cultura es como no conocernos a nosotros mismos, es importante conocer nuestras debilidades y nuestras fortalezas para poder ofrecer y saber exigir ventajas. Nuestra cultura es diferente, nuestro pasado es importante y nuestra vida es determinante y como mexicano nos debemos sentir orgullosos de serlo, con sus altas y bajas, buenas y malas costumbres, pero al fin y al cabo mexicano, lleno de orgullo y esplendor, cargado de tradiciones y costumbres.
El mexicano más que una persona es un ente que sobrevive a pesar del tiempo, es una figura que sobresale de entre los demás, camina a través del tiempo y deja sus huellas marcadas en cada lugar que toca, imprime alegrías y desdichas, juega con la muerte, la seduce, la besa y después se ríe de ella, carcajea y bromea ante el dolor propio, se mofa de sus desgracias y utiliza una máscara que a veces la hace a un lado al candor de un buen trago que a pesar de ser amargo disfruta como el mejor elixir que la tierra, algo que la buena tierra puede ofrecer.