Busqué...
Busqué…
Busque en la oscuridad impenetrable un haz de luz.
Por centurias de equivoco andar creí que la noche era solitaria.
Me descubrí desnudo en camas libradas de excelsa pasiones.
Sentí el infierno en mis venas ante el deseo impostergable.
Colme de deseo y pasión otros cuerpos sin jerarquizar condiciones.
Ame a las juveniles doncellas y a las pervertidas señoronas.
No hubo escapatoria ni tras los muros de conventos lejanos.
La pasión de mi ser derrumbo cualquier intención de frenar mi búsqueda.
Reinas, sirvientas y mujeres vendedoras de placer fueron mis amantes.
Todo en una enloquecida carrera contra reloj.
Ese reloj biológico que tanto afecta a cada ser vivo.
Fui quien busco por siglos sin respuesta lo que realmente deseaba hallar.
Soy ese personaje oscuro que se presenta todas las noches en tu alcoba.
Y que aun no te ha amado y no porque, no lo desee.
Es que eres esa mujer, que vive en una amarillenta foto de antaño.
Guardada entre mis ropas y no me atreví aun a decírtelo.
Que en otros tiempos tú y yo éramos humanamente felices.
Pero un designo de mi legado existencial nos separo eternamente.
Porque tu eres ese haz de luz en medio de mi intensa oscuridad.
Bienvenida mujer a mi vida…juro no dejarte partir.
