Como te digo mujer rosa y viva seda
que el día amanece con brisa y apuro
cuando recoges tus sabanas y tela
resolviendo mi duda diaria y aclara
cuando despejas de la noche sus tormentos
Como te digo mujer que mi amor latiente sucumbe a tus calores
y mis hormonas hierven a tu temperatura.
Tu magnetismo de imán púrpura
se lleva mis ojos a las montañas y sus caminos de borde.
Como te digo mujer mia
que tu encanto de fresa y piel selecta es más ancho en tu alma que en tu silueta y que tus caderas son el borde de la acera
donde ruedan las orbitas salitres sus sabores de mermelada y
tu calidez de encanto no esta en tus senos de pico y curva irrepetible
sino en tu prosa diaria y tu alma irresoluta de felina tribal.
Pronuncias al aire y el viento su himno de aranas
y reduces el verso y la canción a la mínima palabra
al responder a la brisa sus preguntas.
Llevando de los terremotos sus ocultas verdades de causa,
sus copas de resonancia, y que de sus precipicios cuelgan las cautivas estrellas cuando bajo tu mentón los pájaros de la noche arrojan sus ilusiones de guirnalda
en tu saca de sueño infinito.
Resuelves mi intriga de hombre
con tus verdades de histórica mujer liberada y su manzana alimentada en los cantaros de huerto y el naranjo de los siglos exprime su jugo dulce en mis labios de vena pegados a tus bordes rojos de alegóricos laureles victoriosos
y la tierra varia entre el granate y el terroso.
Deja la greda su timidez, miedos e incertidumbres,
recostados en tu hamacar amblante,
cadera y carne de hembra y madre.
Como te digo mujer que el mundo pretende ser sensual y
las voces más resonantes de gemidos dejan sus rumores apagados
en tus peróneos tobillos
y los ínfimos rumores se avergüenzan en tus rodillas.
Como te digo mujer que mis labios discriminatorios
son exclusivo patrimonio de beso a tu piel cenizo.