Hola, señora Luna

Soy Eduardo, el Sol. Confieso que cuando surgió la idea de compartir este blog con Marcela (la luna) tuve mis reservas. Me preguntaba: ¿cómo podré hacer yo, con mi humilde y limitado vocabulario, para estar a la altura de la licenciada, ilustrada a más no poder, dotada de una gran claridad de ideas y un infinito vocabulario que intimida al más audaz? Pero bueno, aquí estoy, poniendo el pecho a lo que pueda venir. ¿Esto realmente será poner el pecho o ser un simple cara dura?
Pues bien, como sea, digo presente. Y si bien me tocó ser "el sol" en este blog, no quiero que eso se tome como un ataque de pedantería, es simple cuestión de género, confieso que soy apenas una humilde estrellita que sólo alumbra un poquito con su luz. A mi favor puedo decir que esa luz es nítida y bien visible, y que tengo la esperanza que de alguna manera ese destello pueda "orientar" (tal cual lo hacían las estrellas con los viejos navegantes que cruzaban los océanos) a algunas "almas despistadas" que navegan en este mar de gente al que nos ha tocado pertenecer.
Gracias por compartir nuestro blog, y no se olviden de visitar nuestra página. (www.sexualidadparatodos.com.ar)