HAITI
En quietud dormías niña de mi ensueño
Anhelando un día ver crecer tus logros,
Cuando el mal aleja todos nuestros sueños
Y quedamos solos sin ningún socorro.
Todo es tan tremendo al pasar el tiempo,
Nunca se termina el calor que abraza,
Disfrutando apenas de un feliz momento
Que nos deja tristes cuando se desplaza.
Arrorró mi niña, arrorró mi cielo,
Arrorró pedazo de mi tez oscura,
¿Que será tu vida cuando montes vuelo
Y en Haití se forjen todas tus venturas?
Es dura la ausencia del amor que abriga
y nos va dejando fieros desalientos,
Esperando alertas una mano amiga
Que transforme el curso de los sufrimientos.
¿Qué nos falta ahora para ver hundidos
Los hermosos días del futuro ansiado,
Si se van las horas y ya no hay motivos
Para hablar de planes que decir soñamos?
Cuando estoy pensando en el cruel delirio
De mi pobre gente que padece el hambre,
Siento un gran estruendo, todo se ha molido,
Por el terremoto, destructor gigante.
Todo se desborda en un breve tiempo,
Caen las paredes de mi amada pieza,
Luego todo cesa, pronto es el silencio,
Reina la miseria sobre nuestra tierra.
¿Dónde estás oh Padre que socorres siempre
a los hombres dando protección y gracia,
Cuando todos mueren casi de repente
Y no hay quien se acuerde de nuestras desgracias?
Aquí hay un bombero, ya no llores madre,
Vienen a ayudarte, salvarán tus piernas,
atrapada y débil sufres y te abates,
pero hay Dios que salva y nos da sus fuerzas.
¡Vengan, no se tarden mi mamá está adentro!
quiere que le brinden una mano amiga,
es que ella no puede esperar más tiempo,
¿como les explico que los necesita?
¡Oh señores pronto, vengan a sacarla,
Ella está debajo de esos mil escombros,
Niña no te aflijas, vamos a librarla,
De este mal momento, ella saldrá pronto.
Quédese tranquila, quedan pocas piedras
Para que el rescate quede terminado,
Vienen ambulancias, llegan enfermeras,
No se desaliente, Dios está a su lado.
¿Cual es lo importante cuando el mal se muestra,
Y las esperanzas quedan derrotadas?
¡Siempre estar dispuestos a ofrecer la diestra,
Para el que se hunde en la marejada!
Es pensar en otros cuando están sufriendo
En la desventura de este mundo herido,
Es brindar dulzura y ofrecer sustento,
Es ser instrumento del Pastor divino.
Erica D. Miller