Te agradezco en este día, porque me doy cuenta de lo afortunado que soy, llevar tu sangre, tu orgullo, tu fuerza de voluntad, que es lo que me ayuda a seguir, sin importar el peso que me esté aplastando, tu siempre estarás hay, a mi lado.
Me sorprende que toleres tantos problemas, que le busques solución a todo, y aunque sé que tienes momentos de debilidad en el cual lloras, y a veces te exaltas, te comprendo y, a pesar de mis errores siempre me esperas con los brazos abiertos.
Sé que no estarás siempre a mi lado, físicamente; y sé que tu ausencia me destrozara, pero aun asi seguiré sintiendo tu presencia, seguiré repitiendo todos esos consejos que me diste, que se van quedando gravados en mi mente y que tan solo me quedara refugiarme en el recuerdo de los buenos momentos.
Sé que no soy perfecto, ¿Pero quién lo es?. Claro que me gustaría que todo lo que recibas sea alegría y felicidad; no solo por este día, ya que te lo mereces mi VIEJITA.