CUENCA: EL MOLINO DE CULLCA Y LOS DINTELES INCAS

Categoría: Arte y Humanidades
Fecha: 27/06/2011 22:33:54
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CUENCA: EL MOLINO DE CULLCA Y LOS DINTELES INCAS

POR: JOSE LUIS ESPINOZA E. / MAYO 29, 2009.

EL SITIO

Poco o casi nada conocidos son el canal de agua y molino de granos de Cullca, que hubo antiguamente en la parte alta al noroeste de la ciudad de Cuenca; vestigios recientemente encontrados en mayo del 2009, revelan que pudiera tratarse de un molino colonial del siglo XVI construido con dinteles incas, lo que constituye un esencial aporte a la historia de Cuenca.

El sitio donde se encuentran los dinteles incas, corresponde a la Unidad Educativa Santa Marianita de Jesús de la Orden de las Marianitas, ubicado al norte de la ciudad, en las calles Muñoz Vernaza entre Benigno Malo y Luis Cordero; las piedras están dispersas por los patios de la escuela, sobre las que juegan y descansan las niñas durante sus recreos.

Cullca, se registra en la historia de Cuenca por la existencia de un depósito de granos y ricos abastecimientos que los incas mantenían distante al noroeste de la ciudadela Pumapungo, uno de los cuatro centros más importantes[1] de la provincia de Tomebamba. A inicios de la Colonia, los españoles llamaron al sector, Los Depósitos, actualmente es más conocido como Cristo Rey o Cullca.

Por otro lado, los Libros de Cabildos de Cuenca indican que Totoracoha, era el segundo Ejido de la ciudad, conocido temprano en la Colonia como El regadío o La laguna[2], el cual pudo estar abastecido por un canal artificial de agua y que probablemente era éste de Cullca, el que lo regaba.

Es probable también, que la laguna de Viracocha hubiese estado abastecida de vertientes de agua. Dos quebradas secas de drenaje hacia el norte, la una ubicada en la calle Puruháes y la otra paralela a la calle Hurtado de Mendoza, pudieron ser desfogues naturales de la laguna ubicada en el actual complejo deportivo de Totoracocha, del cual dicen algunos viejos moradores del lugar que era una ciénaga hasta antes de que construyeran el Complejo. En la quebrada, junto a la Av. Hurtado de Mendoza, hoy parcialmente rellenada y convertida en calle, en el barranco, próximo a su desemboque y hacia río Milchichig, todavía se observa una vertiente natural de la cual emerge naturalmente cierto caudal de agua, único líquido que abastece de agua a la quebrada o lo que todavía quedaría del antiguo drenaje precolombino de la laguna.

El lecho de la quebrada era profundo de aproximadamente unos diez metros, nivel sobre el cual ETAPA construyó un ducto de cemento para aguas servidas, luego el gran hueco fue rellenado y sobre el existe hoy una calle que igualmente baja hacia el norte, con dirección al riachuelo Milchichig.

REFERENCIAS HISTORICAS

El Quinto Libro de Cabildos registra en 1581, que Agustín de Castañeda[3] vecino de Cuenca, solicita al Cabildo la entrega de 50 cuadras de tierras que se encontraban: "…por encima de los Depósitos (en) un camino (probable actual Av. Del Chofer) que va hacia la sierra (montañas altas del Cabogana) que junto al camino viene una acequia vieja cubierta (,) del tiempo del inga…" (Chacón Zhapán 1982, 222).

Numerosos documentos relacionados con escrituras de compraventa de tierras del siglo XVIII, tanto del Archivo de Historia Nacional/Cuenca como de la Curia Arquídiocesana, registran la existencia de un molino justo en el lugar al que hoy referimos.

Un Plano esbozado de Cuenca de 1816 (Achig et al. 2008, 103) recoge la existencia de un molino de granos., en las actuales calles Muñoz Vernaza, entre Luis Cordero y Borrero, al comenzar la parte alta de la ciudad. Si bien no es evidente el paso de un canal de agua por el sector, es de suponerse que había un canal que reseñamos hoy y que abastecía de agua al mencionado molino de granos hidráulico. Otro plano de Cuenca de 1880 (íbid, 109) registra físicamente y por primera vez la presencia del canal de agua que bajaba por la actual calle Muñoz Vernaza, en el sector de Cullca. En 1889, un tercer plano de la ciudad nos revela por primera ocasión el nombre del canal, conocido como, "Molino de Cullca" (íbid, 113).

Según informantes entrevistados (Junio/2009) de entre cincuenta y setenta y cinco años de edad del barrio El Chorro, corroboran en afirmar que un canal de agua bajaba directo en sentido norte sur, desde Cristo Rey con dirección de la actual calle Benigno Malo (este tramo tiene una considerable pendiente, lo que pudo permitir que el torrente de agua moviera las aspas del molino colonial), luego cambiaba su curso al este y seguía por la calle Muñoz Vernaza, donde se formaba un estanque con un chorro de agua de donde obtenían los moradores del lugar, el vital líquido para beber y es por esta razón que el barrio tomó el nombre del Chorro, desde el siglo XVIII. Luego seguía su curso por la actual III Zona Militar hacia el barrio de El Vecino, sobre la calle Rafael María Arízaga y posiblemente regaba Totoracocha. Este canal de agua era también conocido a finales del siglo XX, por las personas del lugar con el nombre de "Cuchimolino", donde seguramente merodeaban chanchos, donde también los niños se bañaban y se jugaba carnaval. Las nuevas generaciones, ya nada recuerdan de que hubiese en el lugar un molino de granos hidráulico.

LOS DINTELES

Los dinteles son de andesita de más de 2 metros de largo, por 38 cm. y 35 cm. de espesor; diecisiete son de filiación inca, almohadillados y los ocho restantes son coloniales de mármol con otras dimensiones.

Puesto que el sitio de Cullca fue un sector ocupado por los incas hace más de 500 años, nos haría presumir que esos grandes dinteles perteneciesen a algún tipo de edificio suntuoso ubicado en el sector y/o de que los restantes sillares de las paredes pudieran encontrase por allí, soterrados. Sin embargo, la ausencia de material inca a simple vista y la sola presencia de dinteles asociados con los coloniales nos hacen inferir que fueron llevados hacia allá temprano en la Colonia. Los dinteles incas pertenecían sin duda alguna, a puertas de los famosos palacios y templos incas de Pumapungo y los de mármol fueron hechos y llevados de las canteras que habían hasta hace muy poco tiempo en Racar, frente al hotel Oro Verde, Ochoa León, o de las de Santa Rosa u Octavio Cordero[4], cerca de Checa.

SIGLO XVI

El Molino de Núñez de Bonilla en Todos Santos, tiene en su bóveda baja los mejores dinteles (más de cuarenta) llevados desde los cercanos palacios y templos de Pumapungo. Al parecer los dinteles incas más grandes fueron los favoritos y los primeros a ser utilizados en la construcción de molinos (1538), por su duración, dimensiones y porque encajaban perfecto en las bóvedas del piso superior de los molinos hidráulicos. Es probable que fueran éstos los de Cullca, los acarreados y reutilizados seguidamente luego de los de Todos Santos, por lo que surge la hipótesis de que el Molino de Cullca, fuese contemporáneo al de Todos Santos.

Una donación de sillares incas, realizado en 1568 por Francisco Rodríguez Castro para la construcción de los cimientos de la Nave Principal de la Iglesia Mayor[5], pudo incluir cuatro dinteles que podemos observar hoy en la Catedral Vieja, lo que nos permite inferir de que para esta fecha quizá ya no quedasen más dinteles grandes entre las ruinas de Pumapungo para ser llevados. Los dinteles incas reutilizados por los españoles en la Catedral Vieja inspiró al eminente historiador González Suárez a elucubrar que un dintel de la puerta principal, perteneciera al "Templo del Sol" de la supuesta "Ciudad de Tomebamba", que hoy sabemos nunca estuvo en el centro de Cuenca (Espinoza E. 2010).

Además de los dinteles de Todos Santos y los Cullca, existen otros pocos dispersos en la ciudad: tres en la Catedral Vieja, uno en Pumapungo y otro enterrado frente al Museo Pumapungo en la tienda esquinera, en lo que fueran los fundos de la familia Guamán (comunicación personal Sra. Manuela Salazar). Unos cuantos sillares más se encuentran entre el corredor y patio de la Curia, otro ha sido llevado lejos y se encuentra en un horno de la hacienda Sanjuanpamba cerca de Zhumir en Paute.

SILLARES DE PUMAPUNGO

Estudios realizados por este autor (Espinoza 2008, 6), (Espinoza 2009, 2E, 3E) argumentan sostenidamente de que todos los sillares incas del actual centro de Cuenca fueron llevados temprano en la Colonia por los españoles desde los templos y palacios incas de los aposentos de Pumapungo, por lo que este caso no sería la excepción.

Si sumaríamos los grandes dinteles que se encuentran en la bóveda del molino de Todos Santos, los de Cullca (cerca de sesenta) y otros perdidos por allí, pudiésemos tener una idea de la cantidad de portones y ventanas que tuvo Pumapungo y conocer la magnitud de este importante centro religioso, político y administrativo inca.

Ya no quedan ni molinos de granos ni canales viejos de los tantos que tuvo la ciudad, y es que tampoco han sido ni son considerados patrimonio cultural, como debieron serlo. Estos vestigios, son desconocidos en la Ciudad, por lo que tampoco han sido registrados por institución alguna. Los dinteles antiguos, son mudos testigos de la gloriosa historia del pasado inca y de la Cuenca hispana, de la que muy poco queda.

Bibliografía:

- Achig, María Cecilia et al. 2008. PLANOS E IMÁGENES DE CUENCA. Editor, Boris Albornoz. Cuenca: Ilustre Municipalidad de Cuenca.

- Centro de Investigación y Cultura. 1990. CATALOGO DEL ARCHIVO DE LA CURIA ARQUIDICESANA DE CUENCA, TOMO 2. Cuenca: Banco Central del Ecuador.

- Comunicación personal, Sra. Manuela Salazar, junio del 2007.

- Chacón Zhapán, Juan.1982. QUINTO LIBROS DE CABILDOS 1579-1587. Cuenca: Archivo Histórico municipal y Xerox del Ecuador.

- Espinoza E, José Luis. 2008. TOMEBAMBA Y EL PUMA. En APACHITA 14: 6-8. Editor, Ernesto Salazar. Quito: Laboratorio de Arqueología-PUCE.

- Espinoza E, José Luis.2009. CUENCA EN SU ANIVERSARIO, DATOS INEDITOS DE FUNDACION. EL MERCURIO. Cuenca, domingo 12 de Abril del 2009. 2E 3E.

- Espinoza E, José Luis. TOMEBAMBA, PUMAPUNGO, HATUN CAÑAR. 2010. En APACHITA 16: 9-13, editor Ernesto Salazar. Quito: Laboratorio de Arqueología-PUCE.



[1] Los otros centros importantes fueron Hatun Cañar, Molleturo y Cañaribamba.

[2] La Laguna, es una clara alusión a la laguna inca de Viracochabamba, que seguramente estuvo vinculada con el famoso templo de Viracocha, localizado en Pumapungo por Max Uhle en 1923.

[3] Agustín de Castañeda, fue Regidor, Alcalde y Contador Real de Cuenca.

[4] En tiempos del incario esta parcialidad se llamaba Moyobamba (quizá Mullubamba?).

[5] Cerca a la salida de la actual Nave Principal de la Catedral Vieja hacia la calle Sucre, se encontró atravesado, las cimentaciones con piedra de río de la primera ermita construida por los españoles luego de la Fundación de la ciudad, mismos que desgraciadamente los restauradores no dejaron vista, para no interrumpir el piso enladrillado del resto de la Nave Principal.






Comentarios / Consultas
2011-06-27 22:40:25 hs
Un molino del siglo XVI, descubierto en Cuenca en el año 2009, representa un aporte adicional a la rica historia de CUENCA, ciudad declarada por la UNESCO, patrimonio mundial de la humanidad.
2011-11-04 11:57:56 hs
COMPULSA JUICIO N0.01602-0913-2010.JUZGADO SEGUNDO DE LO CIVIL,AZUAY,ECUADOR. PRESENTACION DE PRUEBA PLENA COMO CONFESION JUDICIAL PUBLICA DE UN TERCERO:Sr.Historiador Jose Luis Espinoza E. Con Atención a Sus Señorias.: Dr.Jorge Mendez Calle Su despacho. JUEZ SEGUNDO DE LO CIVIL DEL AZUAY CC:SEÑORES JUECES DEL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO Y ADMINISTRATIVO DEL AZUAY.DISTRITO 3.CUENCA Sus despachos. EL MOLINO DE CULLCA Y LOS DINTELES INCAS. Diario El Mercurio de Cuenca,jueves 3 de noviembre de 2.011. Por:Jose Luis Espinoza E. Historiador.(Especial para el Diario El Mercurio)Fotos:Franco Salinas V. Las piedras están diseminadas por los patios de la escuela Santa Mariana de Jesús.Esta es una historia poco explotada y poco conocida. El sitio es casi nada o poco conocido.El canal de agua y molino de granos de Cullca,que hubo en la parte alta al noroeste de la Ciudad de Cuenca, no existe en referencias de los cronistas.Vestigios recientemente encontrados en mayo de 2.009