BESOS AMARGOS
De ti estuve yo preso, con mas de veinte candados;
eran tan dulces tus besos, como los mejores helados.
Mi corazón ya no te merece, se acabo en ti la miel;
se que ya tu no me quieres, tanto que te fui yo fiel.
Esos besos apagados, ya no erizan mi piel;
es que me saben amargos, es que me saben a hiel.
Tus labios no me provocan, ya no besan como antes;
ya no tienen la pasión, de cuando eramos amantes.
Siempre doy muchas gracias a Dios, porque rencor yo no guardo;
pero mi corazón tu no mueves, aunque le ponga un petardo.
Tendrás que pagar muy caro, con intereses y recargos;
por darme injustamente, esos besos tan amargos.
Francisco Brito Manzueta