los grasos:
Durante más de una década, los estadounidenses han estado oyendo el mensaje que deben reducir la cantidad de grasa que consumen. Una gran cantidad de informes y recomendaciones del gobierno, coinciden con los consejos impartidos por otras organizaciones de la salud como la American Heart Association y American Cancer Society para reducir la cantidad de grasa. Entre estos informes se incluyen el informe sobre Nutrición y Salud del Ministro de Salud (Surgeon General), el informe Dieta y Salud de la Academia Nacional de Ciencias llamado Healthy People 2000: National Health Promotion and Disease Prevention Objectives y la Guía de la Alimentación. Para ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas como las coronarias y algunos tipos de cáncer, los estadounidenses deberían consumir menos de 30 por ciento de calorías derivadas de la grasa. No más de un tercio de las calorías aportadas por grasas debería ser de grasas saturadas.