Lavamos y cortamos en láminas finas los tomates y champiñones.
Cortamos el queso fresco en rodajas de medio centímetro de grosor.
En un plato de presentación, o cuatro platos individuales, colocamos una línea con las rodajas de cada tomate. Salpimentamos.
Encima ponemos las láminas de los champiñones y terminamos cubriendo con el queso fresco.
Aderezamos con un hilo de aceite de oliva virgen extra y otro de acceto balsámicao.
Terminamos de elaborar nuestra ensalada, colocando con unas hojas de albahaca fresca.