Una masa quebradiza o comprada
250 grs de manteca clarificada
125 grs de azúcar
6 yemas
40 grs de Maizena o de harina
1/2 litro de leche
40 grs de kirsch
Para la decoración:
500 grs de frutillas fileteadas
1/2 frasco de mermelada casera de frutillas
Hacer una crema pastelera con la leche, las yemas, el harina y el azúcar. Poner la leche a hervir. En un bowl batir las yemas con el azúcar, agregar la maizena o el harina, mezclar bien sin batir. Agregar la leche hirviendo en tandas y luego llevar al fuego al mínimo y dejar hervir por 2 minutos raspando bien el fondo de la cacerola para que no se pegue. Agregar 50 grs de manteca, mezclar y dejar enfriar en un bowl recubierto con papel film. Llevar a la heladera por 2 horas antes de usarla.
Batir la manteca que sobró hasta que esté a punto pomada. Agregar la crema pastelera bien fría y poner en el bowl de la batidora. Batir fuerte mientras se agrega la crema cucharada a cucharada. Agregar el kirsht o ralladura de limón o lo que te guste para saborizar la crema. Batir 10 minutos más.
Repartir la crema fría sobre la tarta blanqueada ya fría. Colocar las frutillas cortadas en láminas por encima en forma prolija.
Calentar en una cacerolita un poco de mermelada de frutillas para hacerla líquida, pasarla por un colador y pincelar la tarta con este líquido. Llevar a la heladera por 2 horas.
Servir bien fría.
Bon appétit!
Virginia S.-