Es hora de buscar vehículos de ocasión

De mis amigos, yo soy el único abstemio y encima el que no tiene coche. Bien, ya pueden imaginarse entonces el problema que supone eso... ¿o no? Por si acaso, lo explicaré igualmente: de vez en cuando, tenemos la costumbre de irnos de fiesta hasta las tantas para quitarnos el estrés; ahora bien, para evitar que todos traigan sus respectivos coches innecesariamente, y teniendo en cuenta que hay alcohol, lo normal es que se turnen para ser uno el conductor oficial. Es decir, el que se quedará sin beber.

Esto suele cumplirse usualmente, pero la verdad es que el bebedor que pringa no suele pasárselo tan bien como querría y eso se nota. A eso, además, sumémosle que a veces sucumbe a la tentación igualmente; y no es que mis amigos sean unos irresponsables, porque cuando eso ocurre, los primeros que dicen que no piensan conducir son ellos. En consecuencia, el resto tenemos que volver a casa a pata o en taxi. Llevo un tiempo pensando que todo se solucionaría si yo, el que falta, el que no bebe ni tiene ganas de empezar a hacerlo, tuviera coche; de modo que me he decidido: a partir de mañana, me pondré a indagar con fruición en ofertas de vehículos de ocasión.

Los vehículos de ocasión son lo único que puedo buscar, puesto que mi sueldo no da en la actualidad para un coche nuevo a menos que ahorre, cosa que no me apetece. En fin, en esa situación estamos todos los españoles ahora, ¿no?, así que no debería ser tan sorprendente. En cualquier caso, no se crean ustedes que hay mucha diferencia: muchos vehículos de ocasión están en perfecto estado y la única diferencia reside en el precio, que es menor. Es decir, sería un redomado idiota si dejase pasar la oportunidad de hacerme con uno, ahora que puedo.