Hombres y mujeres sienten a su manera que conservar un noviazgo da cierta libertad,y no importa de qué tipo. Lo importante es que hace amena la cuestión de relacionarse sin obligaciones contractuales con el ser amado del cual se enamoran. Ahora...cuando llega el momento de la convivencia ...de aquí en más la moneda es cara o cruz. Cuestión de vida o muerte.De desilusión o ilusión.Porque convivir con su pareja a muchos les ocasiona una falta de satisfacción., o sea la convivencia matrimonial no es un proyecto para cualquiera.

La convivencia matrimonial se constituye de a dos, y es la pareja la que tiene que hacerlo posible para poder sobrevivir tanto a las crisis o a los contratiempos o los cambios profundos que conduzcan o no a las rupturas.

Resulta que ahora todos nos volvimos expertos en formar nuestras ansiadas parejas ,pero todo indica que muchos de nosotros tenemos el afán de volcar sólo nuestros propios deseos porque se nos ocurre finalmente así. Hay tanta idealización que conocimiento del otro que estamos inmersos en las aguas de un incontrolable desequilibrio sentimental. Aunque tengamos mucha información de nuestra princesa o príncipe azul caemos en deslices de carácter básico.

Cuando se llega al matrimonio se comparte ,se vive con el otro,finalmente nos cuidamos unos a otros. Pero por sobre todas las cosas no debemos olvidar la planificación. Planificamos para poder llegar a acuerdos . Nos repartimos las tareas en la casa ,organizándonos de a dos .No hay que pretender que uno sea el que cargue con el yugo más pesado mientras que el otro sa haga del liviano.

Así como la pareja es un proyecto de a dos ,somos el uno para el otro es decir dos somos uno ,bien distintos, y cómo tales tenemos que funcionar en este juego de roles. Si hay hijos somos padres. El rol de padres que nos compete. Empleamos la voluntad más la imaginación.

• El matrimonio para tantos representa el fin de sus parejas porque primero, quieren omitir las obligaciones como esposos y las responsabilides que les corresponden, la división de los hijos y de lo material ,del capital.

• Segundo, porque entienden que no saben cómo sostenerlo o para ellos resulta un desafío difícil e imposible de encarar.

• Tercero, porque suponen que sus parejas tenderían a desgastarse y desvincularse de tales porque se la pasarían hablando de los mismos temas sin poder profundizar en ellos/as.

La familia y el matrimonio hoy en día se encuentran en un futuro incierto , encallado en pantanos de terrenos cienagosos. Entre los años 2008 y 2009 el número de divorcios aumentó un 60% y se elevaron otro 25% más. El hecho es que la cantidad de divorcios supera a la de los matrimonios.

Lo único que es superlativamente conveniente en esta época difícil, es ser auténtico y auténticamente preparado para establecer un matrimonio. Sino ...todo se puede ir a pique en unos instantes.